Una mezcla de chiles secos, limón y sal de mar es la fórmula con la que desde hace más de 38 años Tajín se ha convertido en un infaltable en la mesa de los hogares mexicanos. Se trata de un sazonador que se comercializa bajo la promesa de “mejorar todo”, desde un plato de fruta picada hasta un tradicional elote preparado.
Con dos plantas en Jalisco, una en el municipio de Tala y otra en Zapopan, Industrias Tajín no sólo satisface al mercado mexicano sino al de Estados Unidos y otros 65 países, entre ellos Canadá, Puerto Rico, Guatemala, Panamá, Colombia, España, Reino Unido, Alemania y Australia.
En polvo, líquido, reducido en sodio, dulce y en sobrecitos, el chile en polvo Tajín se vende en diferentes presentaciones para todo tipo de paladares, pero además trabaja en alianza con otras empresas de la industria alimentaria para llevar su característico sabor acidulado a productos como cacahuates y fruta deshidratada.
Dicha estrategia de mercado provocó que en días recientes la marca se viralizara debido a que en los almacenes Costco se comercializa una sandía sin semillas con etiqueta “Tajín”, la cual ha despertado el interés de los consumidores que ingenuos creen que tiene sabor a chile en polvo.
Más de 38 años enchilando paladares
Fundada el 23 de diciembre de 1985, la marca comenzó a vender su chile en polvo embotellado en una camioneta que iba de tienda en tienda por las calles de Zapopan, pero tal fue su impacto en el paladar que en menos de una década se expandió al resto del país.
Para 1993, siendo ya un éxito en el mercado nacional, la empresa exportó por primera vez a Estados Unidos cajas repletas del sazonador de chile y limón para los latinos y otras comunidades con dietas similares a la mexicana.
Ya entrados en los 2000, Industrias Tajín comenzó el branding de su imagen, mejorando su botella y publicidad para incursionar por primera vez a Centroamérica, Europa, Asia y África, regiones con países donde inclusive el chile no forma parte de su alimentación.
Poco más de una década después, en 2012, Tajín expandió sus esfuerzos de marketing y comunicaciones hacia tiendas americanas para satisfacer el mercado con sabores y presentaciones adaptadas al mercado.
Al día de hoy, Tajín es líder en su segmento en los mercados de México y Estados Unidos, además exporta sus productos a más de 65 países del mundo, entre ellos Canadá, Puerto Rico, Guatemala, Panamá, Colombia, España, Reino Unido, Alemania, Australia y la región de Medio Oriente.
La mente maestra
Jalisciense de “hueso colorado”, el empresario Horacio Fernández Castillo fundó la empresa Tajín en 1985, uno de sus más 24 emprendimientos a lo largo de su trayectoria como hombre de negocios.
El también político y filántropo se matriculó como ingeniero industrial en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente y cuenta con una especialidad en alta dirección de empresas por el IPADE.
Con una prolífica actividad en la iniciativa privada, Fernández Castillo ha ostentado cargos como presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Houston, consejero de la Cámara de la Industria Alimenticia y de Nacional Financiera (Nafin).
Actualmente es el presidente ejecutivo de Industrias Tajín, cargo desde donde ha impulsado el crecimiento y expansión de la empresa, incluyendo la reciente construcción y ampliación de la planta en el municipio de Tala, Jalisco.
Con una inversión de mil millones de pesos y la generación de mil empleos directos y 4 mil indirectos, en la planta se producen 2.4 millones de kilogramos de producto cada mes y se cultiva el chile yahualica, la materia prima principal de los productos Tajín.
AMP