El peso mexicano inició la jornada de hoy con una nueva apreciación para ubicarse en los 16.82 unidades por dólar, un nuevo mínimo en lo que val del año ganando hasta 1.16 por ciento, su mejor nivel desde diciembre de 2015. Sin embargo, una divisa fuerte no le beneficia a prácticamente nadie, aseguraron analistas.
Mucho se ha hablado del llamado “superpeso”, que representa la apreciación de la moneda mexicana frente al dólar y que se ha mantenido durante lo que va del año por arriba de 12 por ciento.
No obstante, el dato de hoy responde al anuncio de la baja en la inflación en Estados Unidos, lo que no necesariamente es una fortaleza del peso sino una debilidad del dólar, aseguró Luis Gonzalí, economista del fondo de inversión, Franklin Templeton.
“No es casual la apreciación del peso que estamos viendo hoy, se da luego de conocer el dato de la inflación en Estados Unidos, no estamos viendo una fortaleza del peso, sino una debilidad generalizada del dólar y (el peso) está lejos de ser la moneda más apreciada del día”, explicó.
Agregó que un peso fuerte, a diferencia de lo que se cree, “no le conviene a casi nadie”, de hecho, sólo es a las personas que viajan al extranjero y a las empresas importadoras, quienes no necesariamente trasladan esta baja de los costos al consumidor final, obteniendo un margen de ganancia mayor.
“Se puede contar con los dedos de la mano a quienes les conviene, lo más obvio es a la gente que viaja al extranjero, que son la minoría y al importador, que son aproximadamente 4 mil 500 empresas y el problema es que le pasan esa baja de costos al consumidor, y el peso fuerte no lo termina viendo el consumidor final y raramente vamos a ver baja de precios”, consideró.
Por el contrario, el analista aseguró que la mayor desventaja la cargan los exportadores y agricultores, quienes exportan sus mercancías y que actualmente tienen que producir 20 por ciento más para poder tener la misma ganancia en pesos que en meses anteriores.
Remesas
Otro segmento son los receptores de remesas de mexicanos que viven en Estados Unidos y envían periódicamente divisas a sus familias y que son un motor del consumo interno; sin embargo, la apreciación del peso frente al dólar provoca que tenga un menor valor su dinero.
Incluso para el gobierno mexicano no es tan buena noticia tener un tipo de cambio apreciado, toda vez que, en el neto del pago de los intereses a la deuda externa en dólares, menos lo que recibe por la venta de petróleo en el extranjero, le resulta negativa la ganancia obtenida con la apreciación.
“Celebramos porque es el indicador más público y visible, pero en la vida real hay poco que celebrar. Es uno de los indicadores que reflejan más la popularidad de un gobierno y se puede presumir, pero es solo un factor de muchos”, consideró.
MRA