Fiel a su estridencia política, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a sus vecinos México y Canadá con un arancel del 25 por ciento sobre todos los productos como una medida desesperada para frenar la migración ilegal y el tráfico de drogas.
Vía Truth Social, la red social que adoptó cuando otrora fue vetado de Twitter y Facebook, el político neoyorquino sentenció que cuando el próximo 20 enero regrese a la Casa Blanca, como una de sus primeras Órdenes Ejecutivas, firmará los documentos necesarios para cobrar este impuesto a sus socios comerciales del T-MEC.
En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló este martes que, si su homólogo estadounidense materializa sus amenazas, México contratacará con aranceles de la misma magnitud. “A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”, dijo en una misiva enviada a Trump.
“Presidente Trump, no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos. Se requiere de cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos”, añadió en un tono conciliador la mandataria mexicana.
Mientras tanto, tras los amagos del republicano el peso mexicano iniciaba la sesión de este martes cotizando alrededor de las 20.50 unidades por dólar, una depreciación de 0.97 por ciento o 19.7 centavos, razonando su máximo anual de 20.80 unidades.
Las consecuencias para México
En una hipotética guerra comercial entre México y Estados Unidos, de materializarse la amenaza de Trump de imposición de aranceles, las empresas extranjeras abandonarían paulatinamente el país ante los riesgos para su negocio, señaló la directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, Gabriela Siller Pagaza.
Y, aún si México respondiera con la misma severidad, esto sólo ocasionaría más inflación en el país y, lejos de presionar a Trump para quitar sus aranceles, éste respondería con mayores impuestos, advirtió la economista.
“Una de las peores respuestas que podría dar México a Trump sería imponer también aranceles (...). Las amenazas de una política espejo en México imponiendo aranceles iguales a los de Estados Unidos no conseguirán nada bueno de Trump”, señaló a través de su cuenta de X (antes Twitter).
Lo anterior, debido a que México depende en mucho mayor medida de Estados Unidos “de lo que ellos dependen de nosotros”, por lo que de concretarse esta medida, la economía mexicana caería inevitablemente en recesión, abundó Siller Pagaza.
Muestra de ello son las exportaciones, las cuales representan 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México, y de éstas, el 80 por ciento se dirigen hacia el país vecino del norte.
“¿De verdad queremos hacer berrinche por lo dicho por Trump o mejor nos ponemos a trabajar para atender los problemas migratorios, de tráfico de drogas y del comercio con China?”, cuestionó la experta tras el surgimiento de voces como la del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, que pedían una política espejo.
Pese al riesgo que representa una medida como la planteada por el presidente electo de Estados Unidos, la directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE subrayó que lo que en realidad pretende Trump es disminuir el flujo de indocumentados y drogas hacia su país, así como imponerse ante China.
“No me gustan los modos de Trump, pero no lo vamos a ‘educar’ a costa de la pérdida de miles de empleos de México”, agregó.
Estados Unidos también saldría raspado
Del otro lado, en términos económicos no le conviene a Estados Unidos imponer aranceles a México, pues sí bien no es tan dependiente de este último, algunas de sus industrias, sobre todo la automotriz, se verían afectadas. “Trump no quiere terminar con el T-MEC. No le conviene”, apuntó la economista.
Los principales productos que México exportó a Estados Unidos en 2023 fueron partes y accesorios de vehículos automotores por un valor de 35 mil 979 millones dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
“La amenaza de Trump implica que podría sacrificar la economía de Estados Unidos en el corto plazo con tal de conseguir que se frene la crisis migratoria y de droga”, escribió.
Por su parte, el exjefe de la negociación técnica para el T-MEC en la Secretaría de Economía, Kenneth Smith Ramos, enfatizó que imponer aranceles contra México y Canadá significaría castigar al consumidor estadounidense, reducir la competitividad y un incremento de la inflación. “Estoy seguro de que el electorado estadounidense no votó por eso”, escribió en su cuenta de X.
En octubre la inflación anual repuntó en Estados Unidos impulsada por un incremento de los precios de la vivienda, según datos oficiales publicados por el Departamento de Trabajo estadounidense. Así, el índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó en 2.6 por ciento anual frente al 2.4 por ciento de septiembre.
Pero además, para el también socio en AGON-Economía, Derecho, Estrategia, la apuesta de Trump es muy riesgosa para la economía estadounidense puesto que ésta “depende enormemente” de los mercados canadienses y mexicanos para sus exportaciones.
Asimismo, en línea con lo dicho por la economista Gabriela Siller, Smith Ramos remarcó que la producción industrial de Estados Unidos depende, en cierta medida, de los insumos provenientes de México y Canadá, por lo que imponer un impuesto del 25 por ciento sería un como darse “balazo en el pie”.
De acuerdo con cifras acumuladas de enero a septiembre de este año por la Oficina del Censo estadounidense, México representa 15.9 por ciento del comercio exterior de Estados Unidos con el mundo, muy por encima del 10.3 por ciento del año pasado.
Este porcentaje representa un nuevo récord para la relación bilateral México-Estados Unidos, puesto que en los primeros nueve meses del año el intercambio entre los dos países sumó un valor de 632.3 mil millones de dólares, 18.8 por ciento mayor a lo reportado en igual lapso del 2023.
Con estas cifras, México se ostenta como el principal socio comercial de Estados Unidos por sobre naciones como Canadá —el otro firmante del T-MEC— , China y Alemania.
Y entonces, ¿quién sería el ganador?
Si bien, en un toma y daca de aranceles, México sería el gran perdedor por su dependencia con Estados Unidos, ambos países saldrían perjudicados nos sólo en cuanto a lo económico sino también en lo político, pues tanto la presidente Sheinbaum como Trump se enfrentan a los retos de consolidar su proyecto en su primer año de gobierno.
Con respecto a la discusión sobre si México debe amenazar con una medida igual a Estados Unidos, para Siller Pagaza, la respuesta radica en el poder de negociación que tiene cada parte y quién perdería más.
“Hay que actuar estratégicamente, no con el estómago. No se trata de sumisión, se trata de ser inteligentes”, enfatizó. Así pues, reconoció que la petición de Trump de frenar la migración y el tráfico de drogas “no es una locura”.
AMP