Hasta 81.5 por ciento de la estructura empresarial del autotransporte de carga en México está en manos de los llamados ‘hombre-camión’, particulares y microempresas de hasta cinco vehículos dedicadas al traslado de mercancías, según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Según la Estadística Básica del Autotransporte Federal 2020, el número de empresas que se dedican al traslado terrestre de carga es 150 mil 512, que cuentan con un parque vehicular de 274 mil 937 unidades, sin embargo, estas cifras son todo lo que se conoce de los hombres camión, pues no existen estudios ni datos específicos de cómo operan, por lo que expertos consultados por MILENIO indican que hacen falta marcos regulatorios y puntos que esclarezcan su cumplimiento de las normas, para brindar mayor seguridad pública y vial a las carreteras.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), resaltó que la cifra que ocupa el hombre-camión en el sector muestra su importancia, por lo que deben encaminarse hacia una profesionalización. Además, las empresas que usan sus servicios deben buscar a aquellos que cumplan con todos los esquemas vigentes.
Entre los elementos que deben cumplir destaca tener un seguro válido, pues es común que cuando están involucrados en accidentes viales, no cuentan con uno o están cancelados. Además estar dados de alta ante SCT, contar con el emplacado correcto, el permiso para circular en caminos federales y para ofrecer la renta de sus servicios.
El operador también debe poseer licencia federal emitida por SCT, así como comprobar que el vehículo esté en buenas condiciones físico mecánicas además de cumplir con la NOM-068, de peso, dimensiones y condiciones ambientales.
De lo desleal a lo ilegal
Sin embargo, lejos de cumplir, algunos caen en prácticas ilegales como la compra de “huachicol”, combustible adulterado o robado, lo que repercute negativamente “en toda la cadena de valor”.
“Cuando una empresa incumple sus responsabilidades fiscales, compra huachicol, no le da mantenimiento a su vehículo y opera sin capacitación, eso demerita la operación del movimiento de carga y también impacta al país”, expresó Gómez.
Gómez apunta que el crecimiento de los hombres camión se debe a que los costos de servicios del hombre-camión son bajos respecto a las empresas más profesionalizadas, y significa “beneficios” para las empresas que los contratan, pero al final eso solo fomenta prácticas desleales de competencia.
Empresarios del transporte de carga en México exponen que 50 por ciento de la oferta de autotransporte opera con cierta informalidad, pues no pagan impuestos, no documentan carga, recurren al “huachicol” o a la compra de autopartes robadas.
El ferrocarril y el autotransporte colaboran, pero también compiten, por lo que deben de existir las mismas condiciones en el mercado, no obstante, hay empresas que contratan a hombre camión a sabiendas de su informalidad.
“Hay una serie de circunstancias que abaratan los servicios de transporte, si pago menos impuestos, si pago menos por el combustible, si pago menos por las partes de recambio, pues puedo ofrecer un servicio artificialmente más barato; señaló Iker de Luisa Plazas, director general de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles.
Esto afecta a la competencia igualitaria en el sector, pues si bien se requiere de diversas modalidades de transporte, “el asunto es cómo competimos y cómo colaboramos”.
Crecimiento exponencial
Pese a esto, el número de hombres camión va en aumento. De 2019 a 2020 se registraron 2 mil 546 más según documentos de SCT, mientras el número de vehículos creció en 5 mil 526 unidades.
La Estadística Básica del Autotransporte Federal 2010, señala que en ese entonces había 94 mil 20 empresas consideradas hombre-camión. En 10 años este número creció 50 por ciento al sumar 56 mil 492 más.
En tanto, dentro del tema del –hombre-camión-, pero en sí de todo el sector transportista, el director general de la AMF consideró que hay un serio problema con el sobrepeso de las unidades, es decir, que tienen más carga que la que declaran o llevan más de la que pueden transportar.
En anarquía
“Tenemos un problema de que casi no hay inspecciones de básculas federales, que estén controlando el sobrepeso o el exceso de carga… No nada más es un tema del sector informal, es un tema que atañe al sector formal, al autotransporte formal y otra vez a mi comentario previo, también los dueños de la carga son los que en muchas ocasiones presionan para que lleven más carga de la permitida y les salga más barato el flete”, argumentó.
Juan Carlos Montoya, especialista en Logística y Cadena de abastecimiento de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, coincidió en que si bien los –hombre-camión- pueden representar menores costos que benefician a las pequeñas y medianas empresas, su punto en contra es que no cuentan con la capacidad de operar en Estados Unidos.
Resaltó que si bien, este país vecino al norte es con el que México mantiene una estrecha relación económica, la mayoría de los –hombre-camión- no pueden transitar allí al no contar con la capacitación necesaria.