Reino Unido confía en alcanzar un acuerdo con la UE para poner fin a "guerra de salchichas"

Londres pidió la extensión para dar más tiempo a las dos partes para hallar una solución a largo plazo a las dificultades comerciales sobre Irlanda del Norte.

Apodada la "guerra de las salchichas" porque los controles de aduanas podrían haber detenido la entrega de embutidos británicos.
Editorial Milenio
Londres, Reino Unido /

Reino Unido espera alcanzar pronto un acuerdo con la Unión Europea sobre la extensión de exenciones a los controles aduaneros de los envíos de carne refrigerada a Irlanda del Norte, dijo el martes el portavoz del primer ministro Boris Johnson, aliviando la llamada "guerra de las salchichas".

Londres pidió la extensión para dar más tiempo a las dos partes para hallar una solución a largo plazo en torno a las dificultades comerciales sobre Irlanda del Norte, que ha sufrido disrupciones desde la salida británica de la UE.

Apodada la "guerra de las salchichas" porque los controles de aduanas podrían haber detenido la entrega de embutidos británicos y otras carnes congeladas de Reino Unido, el último pulso entre las dos partes ha hecho poco para mejorar unos lazos ya tensos.

"Esperamos acordar pronto una extensión del periodo de gracia de las carnes refrigeradas en términos que sean aceptables para Reino Unido y anunciaremos más detalles de la manera habitual", dijo el portavoz.

Según el acuerdo del Brexit, Reino Unido se adhirió al protocolo de Irlanda del Norte, que mantiene en esencia a la provincia británica en una unión aduanera con la UE, mientras que el resto del país está fuera.

Para evitar que la entrada de mercancías al mercado único de la UE a través de la puerta trasera de la frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda -miembro de la UE-, Bruselas ha pedido repetidamente a Londres que introduzca controles aduaneros a varios productos que cruzan el Mar de Irlanda, como se prometió en el protocolo.

No obstante, como la disrupción en la entrega de algunos productos enfureció a algunos sectores en Irlanda del Norte, Londres impuso un periodo de gracia hasta fines de mes para evitar los controles e intentar proteger el acuerdo de paz de 1998.

El Acuerdo de Belfast o de Viernes Santo puso fin a tres décadas de violencia entre nacionalistas -mayoritariamente católicos- que luchan por una Irlanda unida y unionistas o lealistas -en su mayoría protestantes- que quieren que Irlanda del Norte siga formando parte del Reino Unido.

AMP

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