La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi trabaja para producir coches eléctricos que utilicen baterías de estado sólido en 2025, en una medida que los coloca en medio de los líderes en la carrera global para lanzar la siguiente generación de vehículos de ese tipo.
Las baterías de estado sólido ofrecen un cambio radical más allá de la tecnología actual de iones de litio líquido, con la capacidad de almacenar más energía y una carga más rápida.
Toyota busca ser el primero en llegar al mercado, con el objetivo de comercializar coches de baterías de estado sólido en la primera mitad de la década de 2020. BMW también espera presentar un coche en 2026 que utilice tecnología de siguiente generación.
“La tecnología promete enormes ventajas sobre las baterías actuales de iones de litio en cuanto a costo, densidad y estabilidad térmica”, dijo Gilles Normand, responsable de vehículos eléctricos de Renault, al Financial Times.
“Hay muchos retos, pero logramos muy buenos avances con el objetivo de entrar al mercado antes de 2030, y si es posible para 2025”.
Los fabricantes de automóviles desarrollan vehículos eléctricos con el fin de cumplir con los objetivos de emisiones cada vez más estrictos y evitar las posibles prohibiciones de los motores tradicionales en algunas ciudades.
Sin embargo, la adaptación de los consumidores a ese tipo de vehículos se mantiene en un nivel bajo, con menos de 1 por ciento de las ventas mundiales; se frenan por los altos costos de la tecnología y la falta de infraestructura para recargar los vehículos.
Para el año en que estén disponibles los coches alimentados por baterías de estado sólido, a mitad de la siguiente década, el mercado de vehículos de baterías estará bien establecido; UBS proyecta que 16 por ciento de las ventas mundiales pueden ser de vehículos totalmente eléctricos.
Eso le daría a cualquier compañía que venda este tipo de vehículos una ventaja significativa sobre los rivales que usan la tecnología de iones de litio líquido.
BMW ha dicho que cree que “la capacidad de la batería se convertirá en un factor decisivo en la elección” entre los automovilistas.
A principios de año la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi invirtió en Ionic Material, una startup que trabaja en la tecnología de estado sólido, al utilizar dinero de su nuevo fondo de inversión de mil millones de dólares que busca respaldar las nuevas innovaciones.
Renault tiene una alianza con Nissan y Mitsubishi que llevó a que las tres compañías compartan cada vez más la fabricación, la investigación, el desarrollo de productos y la tecnología, con el objetivo de eventualmente operar como un solo negocio global.
Nissan fue la primera automotriz en lanzar un vehículo eléctrico de batería para el mercado masivo, el Leaf, en 2010.
Desde entonces, entre Nissan, Renault y Mitsubishi ya vendieron más de 500 mil vehículos totalmente eléctricos, todos ellos con baterías de iones de litio líquido.
Dyson, la compañía británica de ingeniería que ambiciona entrar en la industria automotriz, también trabaja intensamente en el campo, después de comprar Sakti3, una startup de tecnología de estado sólido, en 90 millones de dólares en 2015, y de comprometerse a invertir mil millones de libras en la tecnología de la batería.