La Reserva Federal (Fed) estadunidense cerró 2022 con la firme promesa de que los tipos de interés seguirían subiendo este año, pero a un ritmo más lento y quizá solo en otros tres cuartos de punto porcentual.
Las actas de la última sesión de diciembre pueden proporcionar más información sobre cómo se desarrollará el final del ciclo actual de endurecimiento, y hasta qué punto los responsables de la Reserva Federal están empezando a sopesar los riesgos para el crecimiento económico frente a su preocupación primordial por la inflación.
Es probable que el tono general de las actas muestre que la inflación es la principal preocupación de los dirigentes monetarios.
Aunque lleva varios meses con avance lento, en noviembre el índice de precios de los gastos de consumo personal (indicador de inflación preferido por la Reserva Federal) aumentaba al ritmo anual del 5.5 por ciento, más del doble del objetivo del dos por ciento fijado por el banco central estadunidense.
"Las actas se inclinarán en contra de una relajación prematura y mantendrán el foco en la probabilidad de que los tipos sigan subiendo y se mantengan altos", escribió el martes Derek Tang, economista de LH Meyer.
Sin embargo, los detalles del documento, con sus descripciones de diferentes puntos de vista y de los tamaños aproximados que tienen los grupos de dirigentes monetarios que los ofrecen, podrían mostrar que las deliberaciones internas de la Fed entran en una nueva fase en la que se da más importancia a los riesgos para el crecimiento económico y el empleo.
Las proyecciones de los responsables de la Reserva Federal, publicadas el 14 de diciembre, mostraron casi unanimidad sobre la dirección de los tipos de interés en 2023, con 15 de los 19 dirigentes monetarios a la espera de que el tipo objetivo suba tres cuartos de punto porcentual, o un punto porcentual completo, en los próximos meses, un estrecho margen que haría que el ciclo actual terminara esta primavera con ese tipo en torno al 5.25 por ciento o el 5.5 por ciento.
No obstante, en 2024 las proyecciones divergen drásticamente, ya que mientras un responsable prevé el tipo de política monetaria en el 5.62 por ciento, otro lo ve reducido al 3.12 por ciento, y no más de siete responsables de acuerdo sobre cualquier tipo particular en una economía que todavía puede estar al borde de una recesión.
"El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) parece estar de acuerdo en situar la política monetaria por encima del cinco por ciento, pero está bastante dividido en cuanto a la estrategia de salida: cuánto tiempo mantenerla y con qué profundidad y rapidez relajarla", escribió Tang, en referencia al FOMC del banco central.
Conscientes de los riesgos
Las actas podrían ayudar a precisar hasta qué punto existe la intención de relajar el ritmo de las próximas subidas de tipos, a un cuarto de punto porcentual, a partir de la reunión del 31 de enero al primero de febrero.
La Reserva Federal subió los tipos en tres cuartos de punto porcentual durante gran parte de 2022, pero los redujo a medio punto porcentual en diciembre, e indicó que podría ralentizar aún más el ritmo mientras busca un punto de parada adecuado.
Antes de las actas, se publicarán las estadísticas sobre ofertas de empleo en Estados Unidos, seguidas por el informe mensual de empleo de diciembre, ambos importantes puntos de referencia para los responsables de la Reserva Federal, que prevén que el mercado laboral estadunidense se adapte a un crecimiento más lento y a unos tipos de interés más altos con una pérdida limitada de empleo.
Los datos de inflación al consumo de diciembre se publicarán la próxima semana.
Aunque en diciembre el presidente de la Fed, Jerome Powell, se mantuvo firme en que el banco central hará lo que sea necesario para controlar la inflación, también dijo que los responsables son conscientes de los riesgos de excederse, algo que el personal de la Fed también ha comenzado a enfatizar.
En las actas de la reunión del primero y dos de noviembre, los analistas de la Reserva Federal situaron las probabilidades de recesión en 2023 prácticamente en el mismo nivel. Y un nuevo estudio realizado a finales del mes pasado advirtió que, si los principales bancos centrales del mundo suben los tipos simultáneamente, el impacto combinado puede ser mayor de lo previsto, ya que la política monetaria de un país influye en los rendimientos de los bonos, los valores de las divisas y los patrones comerciales de otro.
"Resulta especialmente difícil calcular los efectos indirectos, y preocupa que los dirigentes monetarios puedan subestimarlos. En tal caso, existe un riesgo de endurecimiento excesivo del que los bancos centrales deben ser, y creemos que son, conscientes", escribieron los economistas de la Fed Dario Caldara, Francesco Ferrante y Albert Queralto.
SNGZ