Tras meses de buscar apoyo financiero para hacer su película, el director Eduardo Arroyuelo creó un modelo de participación de ganancias haciendo socios a los participantes del filme El efecto Mandela.
La cinta ganó varios premios en festivales como Cannes, Berlín e India, y luego tuvo un breve paso por las pantallas nacionales de cine. Pero a partir del 13 de junio se estrenará en plataformas como Amazon, Apple Tv, Google Play, YouTube Premium, Vimeo, Facebook y otras.
El productor ejecutivo, Mate Zúñiga, recuerda que junto con Arroyuelo presentaron una serie de carpetas en busca de recursos al comité del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (Eficine), pero el resultado no fue favorable.
Por lo que buscar nuevas alternativas de financiamiento fue un parteaguas para ambos.
El financiamiento
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Con el fin de cambiar el desarrollo del proyecto, Zúñiga indicó que se armó un esquema basado en la aportación de talento, bienes y servicios que serán compensados una vez que el filme comenzará a generar rendimientos.
Lo que inició como una propuesta y una expectativa pequeña fue ganando terreno entre los participantes. “Los actores fueron los primeros en aceptar. No teníamos dinero para pagarles, pero les ofrecimos ser socios de la cinta”.
Los actores, cuenta Zúñiga, “viven de cada proyecto que van filmando; el problema es cuando tienes uno y el siguiente se presenta hasta seis meses después”.
Según el productor con este esquema la industria recibió una alternativa para obtener recursos para sus proyectos.
“Les propusimos tener un vehículo en el cual si nos va bien, ellos van a ganar cada tres o cuatro meses que se dispersen las utilidades de la película; eso les llamó la atención. Conforme fuéramos generando valor, todos nos íbamos a ir diluyendo en participación, pero eso era bueno”, relató.
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A la par que avanzaban las conversaciones con los actores, se percató que el modelo puede estandarizarse en el resto de la producción, con lo que se generó el modelo.
“En un inicio pensábamos que costaría 6 millones de pesos, de los que tres millones serían en capital. Pero al término de la película la valuación llegó a 50 millones y lo que se requirió de capital fueron menos de 3 millones", detalló.
Zúñiga cuenta que en la industria existen tabuladores y precios de mercado “que teníamos conocidos porque los utilizamos para hacer nuestras carpetas en general. Así que cada vez que alguien nos brindaba el servicio, lo que hacíamos era contabilizarlo en la tabla a una valuación de mercado.
“Hoy, al final del camino, el compromiso es devolver 3 millones de pesos y después de eso, todos cobran su porcentaje de tenencia”, afirmó.
El posicionamiento
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Otra parte de la estrategia fue mandar el filme durante un año a festivales internacionales para saber en qué mercado enfocarse. En ese lapso obtuvieron premios en Cannes, Berlín, India y otros países que le facilitaron la entrada a los cines tradicionales en México.
“Como productora, la parte financiera termina siendo un porcentaje no mayor a 10 por ciento de la valuación de la película, lo que es benigno para todos porque una vez pagado todos comenzamos a cobrar en los porcentajes de tenencia que nos corresponden”.
Además, bajo esas condiciones, “el espectro de recuperación ya no es exclusivamente en México”, destacó Zúñiga.
En El efecto Mandela participan más de 30 personas, quienes son socias de la película que fue impulsada 95 por ciento por esta propuesta de financiamiento, aunque saben que su estrategia está lejos de ser un estándar para la industria fílmica, puede servir para ayudar a surgir a otros filmes independientes.
AMP