Rihanna se convierte en la sensación de las pasarelas

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La también diseñadora es una de las personas más influyentes en el mundo de la moda. Su marca Fenty Fashion es una colaboración con Louis Vuitton.

“No quiero ir a un desfile y luego esperar seis meses para comprar un look en una tienda. Con Fenty, lo ves, lo usas".
JO ELLISON
Ciudad de México /

"Soy mi propia musa”, dice Robyn Rihanna Fenty sobre su nueva marca de moda de lujo Fenty, creada con el grupo LVMH, que presentó hace dos semanas y ahora está a la venta en línea.

“Es ruda, es atrevida”, continúa. “Va un paso más allá. Tiene confianza. Tiene una fuerte silueta. Quiero que todo el mundo la use. Pero tengo que hacerla justo para mí”. Esta colección, la primera bajo el auspicio de Louis Vuitton, pero en realidad la quinta, si se toman en cuenta las cuatro colecciones que Fenty hizo para Puma, es lo que a ella le apetece vestir en estos días y es inesperadamente inteligente.

Mientras sus colecciones anteriores citaron a “María Antonieta en el gimnasio” o ropa de piel para motocicleta, en esta nueva colección hay desde blazers confeccionados en algodón de color gris o rosa con cinturones de goma, hasta chamarras de mezclilla y vestidos de camisa estilo japonés, diseñados para ceñirse a la cintura.

En cuanto a los accesorios, incluyen tacones de aguja casi sin correas, gruesos aros dorados y enormes lentes de sol metálicos tipo visera. Es un vestuario para alguien que quiere que la tomen en serio, pero que todavía quieren sentir su vibra.

Excluyendo el calzado y la joyería —todavía no hay bolsos—, este primer lanzamiento equivale aproximadamente a 36 formas diferentes, y los artículos van desde los 200 euros para una camiseta de corset hasta 1,100 euros para una chamarra reversible, precios que son más bajos que muchas de las marcas de LVMH.

Al ver a Rihanna, es claro ver cómo la autora de ocho álbumes (un noveno que está en camino), con una fortuna personal que se estima en alrededor de 260 millones de dólares (mdd), convenció a Bernard Arnault, el presidente de LVMH y el cuarto hombre más rico del mundo, de hacer su oferta.

Con un minivestido de Fenty en popelina de algodón blanco, se asoma desde debajo de un bouffant de cabello negro como una Ronette para la generación millennial. Pero son sus ojos los que te paralizan. Tiene una mirada desconcertantemente directa, que, junto con su franqueza, y ese loco arco de Cupido, tienen un efecto hipnótico.

Cuando le preguntó si LVMH se sentía cómodo con la nueva flexibilidad que trajo a la casa de modas, dice: “El señor Arnault no es tonto”.

En realidad, la colección es bastante buena. Para empezar, afortunadamente los logos están ausentes. Es para adultos y es femenina, con un corte de feminidad con aspectos más duros y masculinos. Pero el hecho de que Fenty encuentre o no la preferencia comercial es menos importante. Este es solo el primer lanzamiento.

“Estoy diseñando lo que quiero usar, para cuando lo quiero usar”, dice sobre el despliegue de la marca, que hará que la distribución de la ropa sea en gotas, como una marca de ropa casual de culto, y se venderá directamente en el sitio web.

No habrá desfiles, cada lanzamiento representará actitudes completamente diferentes. El día de hoy, Rihanna quiere un vestido de camisa. Pero el próximo mes, podría querer un chaleco de hilo, como el que podría usar en vacaciones o como el espectacular vestido de Guo Pei que usó para la Gala del Met en 2017.

Si una marca se basa en su ADN, la característica que define a Fenty será su estética cambiante. Será tan voluble e inesperada como lo es la misma Rihanna. “No quiero ir a un desfile y luego esperar seis meses para comprar un look en una tienda”, dice la cantante sobre prescindir del modelo de negocio del que la mayoría de las marcas de LVMH son tan tradicionalmente dependientes. “Con Fenty, lo ves, lo usas. Soy demasiado ansiosa para esperar”.

Ahora de 31 años, con más de 71 millones de seguidores en Instagram, Rihanna se convirtió en una de las personas más influyentes de la moda. Pero si bien algunas celebridades saben cómo verse bien y poder vender un vestido, su llegada a LVMH tiene el potencial de una verdadera disrupción.

En 2017, lanzó Fenty Beauty, una línea inclusiva de cosméticos que ahora ofrece maquillaje en 46 tonos para color de piel. Eso generó más de 500 mdd en ventas minoristas en su primer año.

Encabeza la primera casa de modas que LVMH construyó desde cero desde 1987, no solo de manera creativa, sino también como directora ejecutiva, junto con su CEO, Véronique Gebel, y el jefe de estrategia de LVMH, Jean Baptiste Voisin.

También es la primera celebridad en recibir una marca en un grupo de lujo que normalmente apuesta por las habilidades del diseñador. LVMH invirtió 30 millones de euros (mde) en Fenty, y la cantante corresponde con una inversión similar en su tiempo.

Pero cuando uno de los grupos de lujo más grandes en este momento pone su dinero en una cantante y no en un diseñador famoso, uno se pregunta si el destino de la moda ahora descansa en manos de una celebridad.



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