El robo hormiga representa para los comercios una de las prácticas que más impactan sus resultados financieros, reduciendo hasta 23 por ciento sus ganancias.
De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, (Anpec) a lo largo de la pandemia esta práctica se ha incrementado, lo que terminará por repercutir en los resultados financieros de dichas empresas.
En tanto, el Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI) estima que previo y durante las fiestas decembrinas el robo hormiga tendrá un aumento de hasta 300 por ciento en el país.
En el sector comercio, el robo hormiga es el segundo delito más frecuente; entre los artículos más robados en esta época decembrina destacan ropa (25 por ciento), lencería y ropa interior (17 por ciento), dulces y chocolates (20 por ciento), alcohol y cigarros (14 por ciento), maquillaje (10 por ciento) y juguetes (10 por ciento).
El grupo señaló que han observado que este tipo de delitos suele ocurrir principalmente entre las 12:00 y las 14:00 horas (36 por ciento de los casos), así como entre las 17:00 y 19:00 horas (33 por ciento de los casos). Los farderos pueden tomar alrededor de ocho minutos en promedio.
“Si bien es cierto que este tipo de robos no se consideran un delito grave, la falta de tipificación y lo laxo de las sanciones (pues la condena por robo hormiga oscila entre los ocho meses y los dos años de prisión) propician que las personas dedicadas a hurtar productos de esta manera se enrolen posteriormente en delitos más graves como el robo a mano armada”, indicó.
AMP