El chile en México es más que un ingrediente, es símbolo de identidad. La tortuosa pero necesaria presencia de éste en la gastronomía nacional es uno de los distintivos de nuestra cultura, porque como reza uno de los más famosos dichos populares del país “un día sin chile es como un día sin sol”.
Aún existen los valientes que se lo comen a mordidas, pero para la mayoría de los mexicanos las salsas son el maridaje perfecto de sus alimentos y para las empresas un negocio millonario.
Cifras de la consultora Kantar revelan que en 2018 el consumo per cápita nacional fue de 1.5 kilos (equivalente a siete botellas de salsa anualmente) en promedio. La mitad de los hogares las preparó en su casa por lo menos dos veces a la semana, mientras que 39 por ciento compró salsas envasadas tipo caseras.
De acuerdo con la investigadora de mercados Euromonitor International, el año pasado el valor del mercado de salsas y condimentos en el país fue de 3 mil 21 millones de dólares (mdd), cifra que puede llegar a los 3 mil 546 mdd en los próximos cuatro años.
La Costeña, McCormick, Herdez y Unilever son los líderes en esta categoría de alimentos, ofreciendo alrededor de 20 tipos de salsa distintos. Las favoritas de los compradores nacionales son la casera, mexicana, chile fresco, verde y chile chipotle.
Tres de cada 10 litros se compran en fin de semana, sobre todo en domingo, siendo las tiendas de autoservicios, bodegas y tiendas de la esquina los principales puntos de venta.
Expansión
De acuerdo con cifras del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se estima que en el extranjero radican cerca de 11 millones 848 mil millones de mexicanos.
De esa cifra 97.27 por ciento radica en Estados Unidos, lo que hace que el mercado estadunidense sea un as importante para las empresas que tienen en sus portafolios productos enfocados al mercado conocido como “de nostalgia”, es decir aquellos con los que los consumidores sienten un vínculo emocional ligado a una experiencia positiva del pasado.
Además de EU, los países en los que radica un mayor porcentaje de mexicanos son Canadá, España, Reino Unido, Alemania, Bolivia, Países Bajos, Brasil, Argentina, Costa Rica y Guatemala; y sin embargo las exportaciones de salsas alcanzan también el continente asiático.
“Sudáfrica, Medio Oriente y Oceanía son los mercados en los que nunca pensamos estar presentes por la diferencia de culturas y la lejanía con nuestro país, pero desde 2015 que abrimos oficinas en Australia y los Emiratos Árabes nos dimos cuenta de que La Costeña se ha convertido en embajadora de México, al llevar el sabor y los productos más característicos de nuestra cocina a las mesas de cientos de familias alrededor del mundo”, dijo a MILENIO Rafael Celorio, director general de La Costeña, empresa mexicana nacida en 1923 y que desde la década de los 80 lleva sus productos a más de 60 países.
De su portafolio de salsas las más populares en el extranjero son la verde, chipotle, mexicana, de habanero, dip mexicana y dip guacamole.
“Los últimos tres años estas categorías han crecido a un ritmo de dos dígitos. Parte de lo que nos ha llevado ahí es la introducción e innovación de nuevos productos y extensiones de línea que ofrecen más variedad para las familias mexicanas que viven fuera del país, así como para todas las familias que quieren probar y conocer más de la cultura y la auténtica cocina mexicana sabiendo que están consumiendo salsas y chiles 100 por ciento mexicanos con los mejores ingredientes”, explicó Celorio.
Según Euromonitor International, el mercado de salsas en Estados Unidos alcanzó un valor por 25 mil 942 millones de dólares en 2018 y se espera que para 2023 alcance los 27 mil 698 millones.
Participantes de mercado
Otra de las empresas que ha conquistado paladares fuera de México es Herdez, que participa en el sector de comida mexicana con exportaciones y a través de su subsidiaria MegaMex.
De acuerdo con su reporte del segundo trimestre del año, las exportaciones de la empresa durante el periodo alcanzaron los 387 millones de pesos.