Ante la incertidumbre de una nueva ola de contagios de covid-19 y un posible riesgo ante la aparición de más variantes, empresas poblanas se preparan con diferentes medidas para contener casos del virus entre más de medio millón de trabajadores.
El uso de cubrebocas y la sana distancia se mantendrán como parte del protocolo sanitario que se implementó desde el inicio de la pandemia; sin embargo, en centros de trabajo se reforzarán estas medidas a la par de promover campañas de vacunación anticovid para la prevención de contagios.
Representantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), así como de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), coincidieron en señalar que los centros de trabajo están preparados para hacer frente a un nuevo embate de covid-19, toda vez que se cuenta con la experiencia de la primera ola con medidas ya establecidas, y que son conocidas por la planta productiva.
El presidente del CCE, Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, comentó que la nueva variante ómicron preocupa, pero respaldó la decisión del gobierno estatal de mantener abierta la economía, ya que el sector productivo “no podría aguantar” otro confinamiento y el cierre de actividades económicas.
Conforme a datos de la Secretaría de Salud federal, Puebla se ubica entre los diez estados que acumulan el mayor número de casos de covid-19 al sumar 125 mil 812 contagios confirmados al corte del 1 de diciembre de 2021, así como 15 mil 540 decesos a causa de la enfermedad provocada por el virus.
La entidad poblana alcanzó al mes de noviembre 608 mil 050 puestos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sin embargo, sigue sin recuperar 19 mil 967 empleos de los 37 mil 778 que perdió entre febrero y diciembre daño pasado debido a la pandemia de covid-19.
El presidente del CCE, comentó en entrevista que la recuperación de puestos de trabajo se dará de manera paulatina, de tal forma que la prevención y el proceso de vacunación serán clave para que avance la economía y se eviten más muertes.
En ese contexto, indicó que las más de 20 mil empresas adheridas al organismo operan alineadas a los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias, de tal forma que ya cuentan con más herramientas y conocimiento de lo que se tenía cuando inició la pandemia.
Destacó que la adopción de medidas preventivas ha sido clave para evitar contagios en centros de trabajo, por lo que las empresas contemplan en sus planes entre un cinco a seis por ciento del presupuesto del próximo año para la compra de insumos anticovid como es el caso de cubrebocas, mascarillas, gel antibacterial, a fin de proteger a la planta productiva, pero estarían dispuestos a elevar en un punto porcentual más al recurso para hacer frente a una nueva ola y promover la vacunación.
En ese sentido, se manifestó a favor de la propuesta que hizo el gobierno de Puebla de solicitar el certificado de vacunación contra la covid-19 para el ingreso a lugares públicos, ya que con ello se evitaría poner en riesgo a las personas que sí aceptaron ser inmunizadas.
Además, dijo que analiza una campaña para motivar a los trabajadores y sus familias a vacunarse.
“Hemos sufrido durante más de año y medio de la pandemia, donde se han perdido muchos empleos, y negocios. Lo importante es reforzar que la gente se vacune, falta mucha gente por vacunar. Vamos a empezar a trabajar una campaña para que la gente que no quiera vacunarse por temas x o y lo haga lo más pronto posible”.
Ya sabemos cómo cuidarnos
El uso de cubrebocas, sana distancia y lavado de manos se mantienen como las tres medidas de bioseguridad obligatorias en centros de trabajo, destacó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Rubén Furlong Martínez.
Destacó que la sociedad en general ha aprendido a convivir en la pandemia y “ya sabemos cómo cuidarnos. El chiste es no confiarnos, tenemos que seguir manteniendo las medidas”.
El representante de más de 600 patrones en el estado mencionó que las empresas están a la espera de conocer mayor información sobre la nueva variante, sin embargo, remarcó que desde el inicio de la pandemia, a finales de marzo de 2020, las empresas se dedicaron a promover medidas y la importancia de la disciplina social para prevenir contagios, por lo que continuarán en esa ruta.
“Coincidimos con el gobierno estatal de que no podemos volver a cerrar la economía, tenemos que mantener abiertos los comercios, produciendo, manteniendo a la industria, tenemos que seguir trabajando, pero cuidándonos. La iniciativa privada está consciente de eso (no volver a cerrar) por lo que vamos a poner de nuestra parte y vamos a sumar en todas las estrategias que se propongan para evitar eso. Sabemos que la salud es muy importante, pero si sabemos cuidarnos (…) creo que podremos evitarlo sin mayor problema”.
Cadenas de suministro
La expansión en el mundo de la variante ómicron podría representar problemas en la cadena de suministro, aunque de menor dimensión para la industria poblana.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Luis Espinosa Rueda, comentó que gran parte de los insumos que ocupa la industria poblana son importados, principalmente de Asia, de tal forma que de agravarse la cifra contagios del virus, se complicará la operación de mercados globales y con ello, las cadenas de suministro que ya de por sí se encuentran afectadas por el impacto de la primera ola.
En ese sentido, confió en que las autoridades tomen las decisiones correspondientes en el momento en que sea necesario y no esperar a que los problemas aumenten.
Laura Ángel Pérez García, presidenta del sector Textil-Confección y Lavanderías Industriales de la Canacintra, comentó que uno de los mayores impactos para esta industria es la falta de materias primas como el poliéster, ya que se ocupa en la mayor parte de los procesos de producción de hilos y telas.
Comentó que las empresas han buscado estrategias para no verse afectadas y optaron por sustituir algunos insumos a fin de responder a los pedidos de los clientes. En el caso de alimentos, la industria se encuentra preparada para mantener el abasto de productos en caso de una nueva variante de covid-19.
Carlos Sosa Spínola, presidente del sector Alimentos, Bebidas y Agroindustria de la Canacintra, señaló que Puebla se mantuvo frente a la pandemia entre los principales productores agrícolas y exportadores de alimentos en la región Norteamérica.
Indicó que con el aprendizaje “después vino la apertura gradual, el impacto por una nueva variante podría ser menor”. Destacó que gran parte de las 60 empresas dedicadas a la producción y distribución de alimentos y bebidas afiliadas al organismo, son importantes proveedoras de alimentos a mercados locales, así como a Estados Unidos y Canadá.
“Aprendimos a seguir operando en la parte de alimentos, aún con la pandemia, y creo que, con esa experiencia, si se vuelve a repetir un escenario complicado debe ser menos complejo”, comentó.
En el punto anterior coincidió el investigador de la Facultad de Ingeniería Industrial y Logística de la Upaep, José Luis Martínez Flores, al señalar que el impacto de las variantes no tendrá las mismas dimensiones en las cadenas productivas y en logística de las empresas con relación a la primera ola de contagios. Explicó que ahora las empresas cuentan con una mayor experiencia para enfrentar el virus.
Al mismo tiempo, un mayor número de trabajadores están vacunados contra el virus que produce la enfermedad de la covid-19, lo que no se presentaba el año 2020 cuando comenzó la pandemia.
“Ya tenemos cierta experiencia. De hecho, del primer virus a las demás variantes, se ha presentado un menor impacto. Esto se debe a que el primero nos tomó por sorpresa, pero ahora, ya tenemos todo un esquema de vacunación, ya hay mucha vacunación”, señaló.
El investigador ganador del premio en Logística y Cadena de Suministro, por la Sociedad Internacional en Ingeniería Industrial y Administración de Operaciones (IEOM, por sus siglas en inglés), señaló que la variante ómicron del virus que produce la covid-19 representa un riesgo; sin embargo, no de la misma magnitud si se compara con el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
“Fue algo intempestivo, no sabíamos cómo reaccionar, si se ocupaba o no se ocupaba el cubreboca. Ahora, vamos a decirlo, estamos preparados y podrán venir olas, pero en esta situación ya tenemos ganada cierta experiencia”, finalizó.
AFM