El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró inconsistencias en las compras de emergencia realizadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dependencia que pagó 2.3 veces más por el mismo medicamento en contratos con un mes de diferencia, donde el proveedor de este fármaco, adquirido para atender la pandemia, fue una empresa dedicada a la venta de muebles.
Este es un ejemplo del análisis hecho a las compras por distintos organismos gubernamentales realizadas entre el 1 de enero de 2020 y el 28 de febrero de 2021 con datos de Compranet; el organismo encontró además que los registros de proveedores rara vez son utilizados y se han contratado empresas sin experiencia en el sector salud.
Es decir, empresas “todólogas” dedicadas a la venta de muebles, transporte, circuitos de seguridad y refacciones de barcos han recibido contratos para la adquisición de equipo e insumos médicos mismos que han sido adquiridos con sobreprecios, señaló Fernanda Avendaño, investigadora del IMCO al presentar los resultados de la investigación: A un Año de Compras de Emergencia en México.
“El problema no es sólo cuánto compraron, sino cómo. Las compras de emergencia siguen sin identificarse incluso por las mismas dependencias. En el IMCO hicimos las solicitudes de información para saber cuáles fueron las compras realizadas en 2020 de las dependencias para atender la emergencia”.
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La investigación se realizó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Secretaría de Marina (Semar), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Salud (Ssa) las cuales muestran deficiencias e irregularidades.
En total, el IMCO analizó 60 mil 59 compras por un monto acumulado de 200 mil 935 millones de pesos, lo que representa el 39 por ciento del total que han gastado las dependencias en compras públicas por la emergencia.
Pablo Montes, coordinador anticorrupción del instituto indicó que un año de enfrentar la crisis de salud global más importante de las últimas décadas, en México las compras de emergencia por parte de instituciones de gobierno para atender el covid-19 han sido irregulares, tardías y opacas. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 4 mil millones de pesos gastados en compras para la atención de la emergencia no tienen ningún documento publicado, por lo que no les puede dar seguimiento.
Por ejemplo, el ISSSTE no detectó 752 contratos que el IMCO identificó como compras para atender la emergencia, además de que pagó el precio más alto por equipo médico a empresas ajenas al sector salud, como fue el caso de bombas de infusión compradas a una empresa dedicada a las telecomunicaciones y otra a la seguridad y circuito cerrado de televisión.
Mientras que la Secretaría de Salud desconoció la existencia del 92 por ciento del monto de las compras con referencia clara a covid-19 y casi la mitad de las compras para atender el covid-19 fueron publicadas entre uno y 327 días después de la dicha de inicio del contrato.
Fernanda Avendaño añadió que otra problemática son las inconsistencias de captura de palabras clave como “covit”, “codiv”, que no permiten identificar cuáles son las compras, lo que dificulta identificar a los proveedores y los servicios solicitados, además de que el 47 por ciento de los contratos realizados por el gobierno federal para la pandemia fueron otorgados a proveedores que no están en el Registro Único de Proveedores Contratistas (RUPC).
AMP