Seguir disciplina financiera, "reto" de nuevo director

El instituto alcanzó su primer superávit en 2016, después de 35 años en números rojos.

El funcionario charló con Carlos Marín en El asalto a la razón de MILENIO Televisión.
Yeshua Ordaz
México /

Después de que hace unos años el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estuviera al borde de una quiebra técnica, en pocos años logró números negros; sin embargo, todavía hay retos que tendrá que afrontar la siguiente administración, como mantener la disciplina financiera y brindar el servicio al creciente número de derechohabientes, explicó en entrevista con Carlos Marín para El asalto a la razón de MILENIO Tv, el director general de instituto, Tuffic Miguel Ortega.


El funcionario explicó que en los últimos tres años se ha logrado un superávit de 21 mil millones de pesos que hoy son utilizados para aumentar la infraestructura del IMSS.

“Si hemos tenido importantes mejoras es porque estamos utilizando más eficientemente nuestras instalaciones, pero tenemos que crecer”.

Miguel Ortega explicó que el instituto que encabeza construye 16 hospitales con una inversión de 15 mil millones de pesos, 40 nuevas unidades médicas familiares por 2 mil 800 millones de pesos y nueve clínicas de mama con un gasto de 660 millones de pesos, además de la renovación de equipo.

El entrevistado consideró que el gran reto del próximo director del IMSS será continuar con la mejora en la calidad de los servicios, disminuir el tiempo de espera y las largas filas que aún se tienen, sumado a la mejora de las instalaciones.

“El gran reto para la siguiente administración es que esta fortaleza financiera se vea en mejores servicios para la gente. Si bien ha aumentado el nivel de satisfacción de 77 a 85 por ciento, aún sigue habiendo 15 por ciento de personas que atendemos y que no se siente satisfechas”, comentó.

El directivo explicó que este programa es el más ambicioso de las últimas décadas para lo cual se destina el superávit; adicionalmente se llenan las reservas del IMSS que se habían consumido en años anteriores.

“Lo que no gastamos se va a las reservas cada año, estas son utilizadas para cuestiones extraordinarias, si hay una crisis ahí entran las reservas pero no se pueden utilizar de forma cotidiana, que fue lo que pasó en años anteriores”, dijo el directivo.

La salud financiera con la que cuenta el instituto es el resultado de mayores ingresos por el crecimiento del empleo, así como la disciplina financiera y las compras consolidadas, y está asegurada hasta el año 2030, 16 años más de lo que se tenía previsto al inicio de la administración.

Al respecto dijo que los ingresos aumentaron 20 por ciento más derivado de nuevos empleos formales durante la presente administración, que alcanzó 3.6 millones de puestos de trabajo; sin embargo, se espera alcanzar los 4 millones cuando termine la administración, además de una mejor fiscalización hacia los patrones.

A inicios del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el instituto estaba prácticamente en quiebra técnica, después de 35 años en números rojos, y no fue hasta 2016 cuando se logró alcanzar el primer superávit por casi 6 mil 400 millones de pesos.

Dijo que los posibles escenarios que se tenían eran tres: dejar de operar sus clínicas, solicitar mayor recursos al Congreso —que no solucionaba el problema de fondo—, e implementar un programa de disciplina financiera, fortaleciendo los ingresos y gastando mejor. 


El IMSS surge como una respuesta a un reclamo de los trabajadores y es un factor de estabilidad social, dijo Tuffic Miguel Ortega.




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