La industria de Altamira no quedó exenta de la afectación por la sequía y el agua salada para consumo, al detener dos plantas su producción y dejar una pérdida diaria de un millón de dólares. Entre ellas se encuentra M&G Polímeros, procesadora de PET, sin actividad desde el sábado pasado.
Luis Apperti Llovet, presidente del Consejo de Administración del complejo petroquímico, indicó que la situación se agravó luego que el proveedor de la materia prima que se utiliza en la instalación, dejó de surtir a raíz de los daños al extraer el líquido de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa).
Destacó que como integrantes de la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas (Aistac), la crisis se planteó desde el 2019 cuando hubo una disminución en los niveles de captación en el sistema lagunario del Tamesí y el Chairel, resuelta por precipitaciones, pero no se taparon los diques.
"Hay dos empresas de la industria en Altamira que pararon operaciones por la situación del agua. Una de ellas es M&G Polímeros, debido a que el proveedor de la materia prima nos dejó de surtir por el daño del agua a su proceso. Nos pega esto porque tenemos prácticamente una pérdida diaria de un millón de dólares en la suspensión de producción", destacó.
En los estudios hechos a la calidad en el suministro, lo máximo alcanzado es de 3 mil partículas por millón. Se considera que el producto llega fuerte a los filtros, encargados de la limpieza, pues de acuerdo a normas establecidas por la autoridad, lo ideal es 20 partículas por millón.
"Recordemos que en 2019 tuvimos esta crisis, los niveles estaban bajísimos en las lagunas. La gente estaba enojada y buscaba culpables. El 19 de mayo llovió y a todos se nos olvidó, el problema estaba resuelto. ¿Ahora a quién le echamos la culpa de que no llueve?", mencionó Apperti Llovet.