Para las mujeres en México, el principal motivo por el que abandonan su empleo es la poca confianza en los servicios de cuidado infantil. De acuerdo con un análisis del Banco Mundial, más de la tercera parte de las mujeres en edad de trabajar dicen confiar poco en este tipo de servicios, aunado a las normas generales de lo que “significa ser una buena madre”.
Durante la presentación del Estudio La participación laboral de la mujer en México, la autora, Gabriela Inchauste, refirió que esto se explica por el bajo gasto público en este tipo de servicios de cuidado infantil, ya que el monto destinado 0.04 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), ocho veces menor que el promedio de los países de la OCDE.
El estudio señaló que a pesar de que es común, a raíz de la pandemia de covid-19, las mujeres mexicanas dedican más del doble de tiempo que los hombres en las actividades domésticas, por lo que muchas se han visto en la necesidad de dejar sus empleos por el cierre parcial de escuelas, esto aunado a que el 46 por ciento de las mexicanas cree que los niños sufren cuando sus madres trabajan.
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“La evidencia indica que la barrera más importante a la participación laboral es la necesidad de proveer cuidados y esto no es una sorpresa, pues la provisión de cuidados de niños en México recae sobre las mujeres mexicanas y es la principal razón para dejar de trabajar. Las encuestas de usos de tiempo indican que las mujeres mexicanas dedican más del doble de tiempo en las actividades domésticas y el cuidado que los hombres. Desafortunadamente con la pandemia esta diferencia se ha agravado”.
Esto dijo, Ailyn Isik-Dikmelik, coautora del estudio, se traduce en incertidumbre, falta de transparencia y falta de información de este tipo de servicios, lo que se ve reflejado en en la baja utilización de este tipo de servicios públicos, ya que solo el 5 por ciento de los niños en México de entre 0 y 2 años asisten a guarderías, en comparación con el 35 por ciento del promedio de los países de la OCDE.
De forma sustancial, el estudio señala que el interés de trabajar cambia drásticamente en las mujeres luego de tener hijos, de acuerdo con cifras del Inegi, más de 23.5 de mexicanas reportaron no estar disponibles para trabajar porque deben realizar otras obligaciones en el 2020, lo que representa un incremento de 1.4 millones con respecto a 2019.
La especialista agregó que según la experiencia mundial, de existir servicios de cuidado infantil eficientes, estos pueden tener impactos positivos en el desarrollo de los niños, así como en la economía de los hogares y los países.
Además, Inchauste aseguró que la falta de oportunidades de empleo, principalmente en zonas rurales; reglamentos laborales, falta de igualdad de salarios y normas sociales y de género son también barreras principales para la participación laboral de las mujeres en el país.
En este sentido, Isik-Dikmelik aseguró que la alta tasa de fertilidad adolescente en el país, siendo el segundo puesto en América Latina, misma que coincide en la segunda causa de deserción escolar entre las jóvenes mexicanas.
En este sentido, el Banco Mundial prevé que con los efectos de la pandemia, la tasa de fecundidad adolescente se incremente aún más, lo que evita que las mujeres tengan un pleno desarrollo humano con 1.2 años menos de educación en promedio en comparación con aquellas que pospusieron la maternidad, y son más propensas a depender de los programas sociales.
srgs