Siemens Energy, el negocio de energía de Siemens, inició su cotización en la Bolsa de Fráncfort a un precio de 22.01 euros por acción, lo que supone un valor bursátil de casi 16 mil millones de euros; sin embargo, más bajo de lo esperado en su primer día de negociación en la que supone la mayor operación de escisión en la historia de Alemania y que inicia con un futuro desafiante para la empresa tras independizarse de Siemens.
Al inicio de la sesión, las acciones de Siemens Energy, que agrupa la construcción de turbinas, así como los sectores de gas, petróleo, eólico y la transmisión de energía, cotizaban menos de lo previsto por los expertos, que apostaban por una capitalización de 17 mil a 24 mil millones de euros.
Reflejo de la decepción del mercado, la acción de Siemens caía 2.49 por ciento en la bolsa de Francfort.
Siemens, que quiere reducir costes en el negocio de energía para acelerar su crecimiento rentable, informó de que sus accionistas han recibido un título de Siemens Energy por cada dos acciones de Siemens.
De este modo, Siemens ha repartido 55 por ciento de Siemens Energy a sus accionistas, mantiene una participación del 35.1 por ciento y otro 9.9 por ciento va a los fondos de pensiones de Siemens.
El presidente de Siemens Energy, Christian Bruch, dijo que "con la salida a bolsa iniciamos un nuevo capítulo importante en la historia de nuestra empresa".
Bruch consideró que como empresa independiente tienen la flexibilidad empresarial necesaria para contribuir a dar forma a la transformación mundial de los mercados de energía de forma sostenible y con éxito económico.
Siemens Energy factura casi 29 mil millones de euros con 91 mil empleados en más de 90 países y ofrece productos que permitirán la transición energética como centrales de electricidad híbridas y turbinas de gas que pueden funcionar con hidrógeno.
El negocio de energía incluye las operaciones de gas y electricidad, así como su participación del 67 por ciento en el fabricante de turbinas eólicas Siemens Gamesa Renewable Energy.
Siemens, en plena transformación, le está dando la espalda a la industria pesada, para apostar por la ola digital en la industria manufacturera, considerada más rentable.
Como todos los conglomerados, quiere aligerarse y ganar en flexibilidad.
MRA