Ante las constantes interrupciones en los servicios de la banca en línea, en la actualidad el sistema financiero en México no es tan vulnerable como se pretende señalar, expresó Sergio Navarro Barrientos, director de Consultoría y Preventa en IQSEC, empresa mexicana de ciberseguridad e identidad digital.
“Yo no creo que el sistema financiero mexicano sea tan vulnerable como se maneja”, dijo Navarro Barrientos en conferencia de prensa para presentar las principales amenazas que afectan el ecosistema digital en México.
Explicó que para poder vulnerar todo el sistema de seguridad de una empresa financiera se necesitan muchas herramientas tecnológicas, las cuales deben “abrirse paso” en todas las capas informativas y accesos confidenciales, situación que hasta ahora no ha ocurrido.
En los últimos meses, las instituciones bancarias que operan en el país han sufrido fallas en sus servicios digitales: desde transacciones desde aplicaciones móviles hasta caídas en los propios sistemas de operación, lo que ha limitado realizar operaciones en línea, retiro de efectivo en cajeros o consultas de saldos. Entre las empresas que han reportado fallas destacan BBVA, Citibanamex y Banorte.
Sin disminuir los riesgos o vulnerabilidades del propio sistema, la empresa encontró en el estudio que el robo de identidad en el sector financiero representa casi 45 por ciento de los ataques en línea, pero por debajo del robo de información de cuentas personales, equivalente al 51 por ciento de los ataques en por lo menos los últimos meses.
Viendo los riesgos latentes, en la actualidad son más propensos las amenazas cibernéticas en aplicaciones basadas en los datos biométricos de los usuarios y de la Inteligencia Artificial (IA).
La firma mexicana sostuvo que, en un panorama general durante los últimos 15 años el panorama de la ciberseguridad en México es diferente en donde el robo de contraseñas y la suplantación de identidad ahora están inmersos en las redes sociales, por medio del phishing y ramsomware.
En tanto, en el sector público los ataques siguen registrando presencia en la infraestructura crítica del gobierno en sectores como energía, hidrocarburos y alimenticios.
srgs