Aunque la inversión en el sector minero avanzó 14.3 el año pasado, al ubicarse en 4 mil 287 millones de dólares, todavía es 48.5 por ciento inferior al monto registrado en 2012, cuando sumó 8 mil 43 millones de dólares.
La Cámara Minera de México (Camimex) —que eligió a Fernando Alanís Ortega como presidente para el periodo 2018-2020— también reportó que en 2017 el valor de la producción minero-metalúrgica aumentó 8.9 por ciento, al ubicarse en 13 mil 664 millones de dólares, desde 12 mil 543 millones de dólares en 2016.
En su informe de actividades, Daniel Chávez, presidente saliente de la Camimex, comentó que la minería mostró una recuperación aceptable en sus indicadores.
Se ubicó como la sexta generadora de divisas, debajo de las ramas automotriz, electrónica, remesas, petrolera y turística, y solo por encima de la actividad agroindustrial, con 17 mil 489 millones de dólares.
En 2017 el sector representó 8.3 por ciento del producto interno bruto industrial y 2.5 por ciento del PIB nacional.
Derivado de un mejor desempeño, el Fondo Minero, conformado con las aportaciones de las empresas del sector, ha acumulado 12 mil 600 millones de pesos, por lo que tanto la Camimex como el subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía, Mario Alfonso Cantú Suárez, coincidieron en que es momento de evaluar cómo se están recaudando y ejerciendo esos recursos para obras y servicios públicos en los municipios con actividad minera.
Chávez solicitó atender los temas prioritarios para recuperar la competitividad internacional; por ejemplo, dijo que es necesario contar con una política tributaria competitiva y lograr la deducibilidad del ciento por ciento de los gastos de preoperación.
De 100 proyectos de exploración solo uno se concreta, pues los periodos de exploración llevan de dos a cinco años concretarlos y son gastos no deducibles, acusa la Camimex.
El líder gremial destacó que no basta tener un potencial geológico minero atractivo como el de México si no existe también una política minera de Estado que garantice y estimule el desarrollo de la industria, en condiciones de competitividad internacional.
“México tienen una carga tributaria importante, lo cual lo hace menos competitivo frente a países como Canadá, Perú y Chile.
“En 2017 México pasó del lugar 37 al 50 en el Índice de Atracción de Inversiones Mineras, según una investigación del Instituto Fraser.
En ese sentido, destacó que entre los temas prioritarios para recuperar la competitividad internacional, se debe lograr una política tributaria competitiva, con el propósito de concretar la deducibilidad de los gastos preoperativos.
Asimismo, hizo un llamado a no permitir modificaciones improcedentes a las leyes locales, a fin de otorgar certeza jurídica sobre la tenencia de la tierra y lograr una eficaz seguridad patrimonial.