Sony rechazó de manera efectiva los llamados de un inversor activista para escindir su negocio de sensores de imagen, al que describió como “uno de los pilares” de su estrategia de crecimiento futuro. La compañía habló en el momento en que recortaba un pronóstico de ingresos que se estableció hace apenas tres meses, y dijo que las perspectivas para su consola de videojuegos PlayStation 4 eran más débiles de lo esperado.
Para el año fiscal que concluirá en marzo de 2020, Sony dijo que espera ingresos por 79,000 millones de dólares (mdd), en comparación con los 80,800 mdd que proyectó en abril.
Fue el primer conjunto de resultados desde que Third Point, un fondo de cobertura que administra el inversionista y activista estadounidense Daniel Loeb, puso en marcha una campaña para que Sony escindiera su negocio de sensores de imagen, la “joya de la corona”, y se concentrara en ser una compañía global de entretenimiento.
El Dato.79,000 MDD
son los ingresos que espera Sony para el año fiscal 2020
El grupo japonés de productos electrónicos y entretenimiento aún no da una respuesta oficial a Loeb, pero dijo que estudia seriamente su propuesta.
Sin embargo, cuando se le preguntó si Sony vendería su negocio de sensores de imagen, que contribuyó con 10% de sus ingresos durante el primer trimestre, Hiroki Totoki, su director financiero, dijo: “No hay ningún cambio en nuestra postura de que este es un negocio crítico, que conforma uno de los pilares de la estrategia de crecimiento de Sony”.
La mayoría de los inversores no cree que la compañía acepte las propuestas de Loeb, que también incluyen un llamado a la venta de su participación en la división financiera, pero muchos esperan que la campaña lleve al grupo japonés a implementar otras reformas para impulsar su rentabilidad y perspectivas de crecimiento.
A pesar del reciente cambio de rumbo de sus negocios electrónicos, que están en dificultades, los analistas dijeron que las perspectivas de Sony son inciertas, mientras se prepara para afrontar las consecuencias de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, y las tensiones entre Japón y Corea del Sur por las sanciones a los semiconductores.
Su negocio principal de videojuegos también se enfrenta a una posible disrupción, ya que las compañías de tecnología más grandes del mundo, como Google y Amazon, buscan ofrecer servicios de streaming de videojuegos.
El recorte a la proyección se produjo después de una caída de 1.9% en los ingresos trimestrales, debido a una demanda más débil de la esperada para el Play Station 4, después de que Sony comentó en mayo que estaba trabajando en un sucesor para la consola. Ahora espera vender 15 millones de unidades del PS4, en comparación con los 16 millones que pronosticó hace tres meses.
Sus otros negocios de electrónica también tuvieron problemas, luego de una disminución en las ventas de sus smartphones Xperia y los televisores Bravia. La utilidad neta trimestral cayó 33% para llegar a 152,000 millones de yenes.
No es el único a la baja. El martes pasado, Nintendo dijo que sus utilidades operativas del primer trimestre registraron una caída de 10% para llegar a 27,400 millones de yenes, por lo que no alcanzó los pronósticos de los analistas, incluso cuando las ventas de sus consolas Switch se mantuvieron sólidas en el primer trimestre.
La compañía, que planea vender 18 millones de estas consolas para finales de marzo de 2020, vendió 2.13 millones de unidades en el trimestre de abril a junio, en comparación con los 1.88 millones que vendió durante el mismo periodo del año pasado.
Los analistas esperan un aumento en el desempeño de nintendo este año, con una línea más sólida de títulos de videojuegos y el lanzamiento anticipado de Switch Lite, una versión más asequible de su consola insignia Switch. La nueva versión, cuyo lanzamiento está programado para el 20 de septiembre, será vendedida en 199.99 dólares.