En la negociación del T-MEC, México debe ser cauteloso en su relación comercial con China y no perder la oportunidad de oro de continuar con ese acuerdo comercial hacia dónde se dirigen 84 por ciento de las exportaciones y representa grandes beneficios en competitividad y generación de empleos que es nuestra principal moneda de cambio, de acuerdo con expertos.
“Para llegar a una buena negociación del T-MEC atendiendo el factor China que mucho preocupa al presidente electo, Donald Trump, el gobierno mexicano puede abordar las reglas de origen e implementar una estructura homogénea de aranceles que permita evitar que nuestro país sirva como patio trasero para la introducción de mercancías procedentes del país asiático”, señaló Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone a MILENIO.
Asentó que el tema del comercio con China junto con la migración irregular será crucial en la revisión del T-MEC en julio de 2026, “y lo que tenemos que hacer es buscar los mecanismos para que el comercio bilateral con China no sea punto de conflicto y nos deje en una posición de negociación precaria”.
“Debemos tener muy claros los objetivos: mientras que las importaciones chinas suman en este año 84 mil 643 millones de dólares, las exportaciones de México apenas significan 6 mil 421 millones de dólares, lo que habla de un acentuado déficit comercial que no es recíproco y que hay que evaluar”, subrayó.
Elizundia asentó que más de 7.8 millones de empleos dependen del comercio con Estados Unidos donde se exporta el 81 por ciento de nuestras mercancías y el 3.0 por ciento a Canadá, colocándonos ya como el primer socio comercial del vecino país.
Además, puntualizó, de todo lo que México le compra al mundo, el 39 por ciento procede de Estados Unidos, seguido por China con el 21.3 por ciento, Alemania, 3.9 por ciento; Japón, 3.3 por ciento; Taiwán, 2.6; Brasil, 2.0 y Canadá con el 1.9 por ciento.
El analista destacó que de acuerdo a datos del US Census Bureau, el intercambio comercial entre México y Estados Unidos sumó más de 560 mil millones de dólares tan solo entre enero y agosto de este año lo que representó un incremento de 5.2 por ciento respecto a igual período del año precedente “lo que obliga a cuidar este acuerdo comercial que significa crecimiento económico sostenible para los países involucrados y permanente generación de empleos”.
“México debe llegar a la mesa de negociación del T-MEC con alternativas viables para continuar su relación con China sin que Estados Unidos vea afectado sus intereses; las mesas de diálogo serán cruciales para llegar a alternativas que permitan destrabar temas comerciales e incluso de migración donde nuevamente está la amenaza de imponer aranceles de 25 por ciento a nuestros productos lo que sin duda implicará entrar a una guerra comercial que pondría en riesgo la continuidad del tratado”.
En tanto Carlos Aguirre, investigador del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, consideró que México debe jugar en la cancha del T-MEC y mantener estrecha cautela en su relación con China que sin bien significa la proveeduría de insumos y productos, en nada se compara con la inversión productiva procedente de Estados Unidos.
“En 2023 la inversión norteamericana en México superó los 36 mil millones de dólares en apertura de plantas y naves industriales, mientras que China sumó sólo 2 mil 452 millones de dólares lo que obliga a cuidar la relación con Estados Unidos de los que ya somos su principal socio comercial”.
El académico precisó que una solución a la triangulación de productos chinos que seguramente será factor clave en la negociación del acuerdo comercial, es la revisión del Programa de Promoción Sectorial que establece aranceles de acuerdo a las reglas de origen con lo cual los productos asiáticos estarían mayormente supeditados a prácticas de competencia comercial.
“En todos estos casos las negociaciones con el cuarto de junto serán de suma importancia como ya sucedió con el TLC que para los tres países firmantes ha representado grandes beneficios en comercio, inversión y generación de empleos.