Desde el 2020 las empresas de la industria de alimentos han realizado alrededor de 120 amparos contra el nuevo etiquetado, aunque actualmente sólo hay cuatro vigentes, por lo que las organizaciones civiles El Poder del Consumidor y ContraPeso pidieron a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no favorecer los intereses empresariales a través de una resolución contra la acción, ya que afirman, este ha funcionado correctamente en los tres años que lleva en el mercado mexicano.
Javier Zúñiga, coordinador jurídico de El Poder del Consumidor, detalló que de estos cuatro amparos, dos se le atribuyen a empresas ligadas con Coca-Cola, uno a una marca de chocolates y otro colectivo por parte de Herdez.
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El próximo 9 de noviembre, la SCJN analizará el amparo interpuesto por la empresa Desde el Corazón del Fruto, de la marca Barrilitos, de Jugos del Valle, que a su vez es parte de Coca Cola, en el cual alegan desventaja y estigmatización en sus productos. Lo que condenó ya que destacó el etiquetado solo ha beneficiado a los mexicanos a realizar compras informadas y que las empresas se vean obligadas a reformular sus productos.
Zúñiga explicó que sobre este caso de amparo, la ministra Yasmín Esquivel Mossa ya formuló un proyecto en el cual niega el amparo a la empresa y ratifica la constitucionalidad del etiquetado. Destacó que en el proyecto rescata que este etiquetado frontal se realizó a través de estudios de especialistas, recomendaciones de académicos y bajo el proyecto ya establecido y funcional en Chile.
“Invitar a los ministros y las ministras de la suprema corte que no atiendan a los intereses comerciales, recordarles que el estado mexicano tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud a la alimentación y la información de los consumidores”, pidió.
Por su parte, Doré Castillo, directora de ContraPeso, condenó que desde la implementación a los cambios de la NOM 51 las cámaras empresariales mexicanas se inclinaron a los intereses de las empresas y han intentado parar los cambios.
“Un etiquetado permanente siempre fue una demanda de la sociedad civil y los académicos (…) el etiquetado anterior fue impuesto por las industrias en colaboración con las administraciones anteriores (…) este proceso no fue sencillo y a lo largo del mismo estuvo presente la interferencia de la industria, hay que recordar que fueron las cámaras empresariales como Concamin, que agrupan marcas que están interponiendo los amparos contra los etiquetados, y que tuvieron como propósito capturar al legislativo como espacio de toma de decisión”, condenó.
AMP