El acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos (T-MEC) es una magnífica oportunidad para que el país recupere competitividad y cuota de mercado en la economía estadunidense frente a China, país que mantienen desde hace tiempo una disputa comercial con Estados Unidos, afirmó BBVA.
"Viendo hacia el futuro, México tiene una oportunidad muy buena que esperemos que no se desperdicie. En el último año, China perdió 5 puntos en el mercado de Estados Unidos. Lo que ocurre primero es que está el conflicto entre Estados Unidos y China, que durará más y continuará independientemente de quien gane en las elecciones en Estados Unidos, porque China sí es un país que incurre en prácticas desleales de comercio, dumping, subsidios y violaciones de patentes", dijo recientemente Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA en México.
De acuerdo con BBVA, las tensiones entre ambas naciones hará que algunas empresas analicen dejar de producir en el país asiático y volteen a ver a México.
Lo segundo que beneficia a México es que el covid-19 quedó claro que hay dependencia a la manufactura de China y las empresas buscarán diversificar.
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La propagación del virus perturbó las cadenas de suministro en todos los sectores, desde el automotriz hasta productores de teléfonos móviles, compañías de energía, farmacéuticas y de productos químicos. En este contexto, México tiene ventajas para asumir el papel de líder y aprovechar la oportunidad.
"El cierre de plantas asiáticas mermó la capacidad de manufactura y proveeduría de los países, lo que, combinado con la aprobación del T-MEC en Canadá, motivó a las empresas de todo el mundo a acelerar los cambios en sus cadenas de suministro para depender menos de China, con lo que México vuelve a convertirse en un lugar atractivo para invertir, siempre y cuando exista una coordinación exhaustiva con Canadá y los Estados Unidos", explicó EY, firma especializada en servicios de asesoría de negocios, consultoría, auditoría y finanzas.
Para aprovechar la oportunidad que tiene México es indispensable una sincronía perfecta en las cadenas productivas del T-MEC, de lo contrario pueden darse casos como lo sucedido esta semana con el fabricante de autos Ford.
Christopher Landau, embajador estadunidense en México, informó quela automotriz podría cerrar algunas de sus plantas en los Estados Unidos la próxima semana, si es que no reciben los motores producidos en México.
La armadora de automóviles con sede en Michigan está preocupada por los motores producidos en Chihuahua, donde el gobernador Javier Corral ha limitado a 50 por ciento la capacidad industrial del estado, pese a que distintos sectores productivos han insistido en la necesidad de encender todos los motores de la industria para que opere al ciento por ciento.
lvm