Un pabilo de algodón, varias capas de cera y 30 años de experiencia son suficientes para que Cirilo Araujo Martínez dé vida a cientos de velas y cirios artesanales. Con la tradición y el conocimiento de tres generaciones, junto con su familia y al menos ocho colaboradores va creando las luces que guían el camino de quienes cada año, en estas fechas, regresan del más allá a visitar a sus seres queridos.
Desde junio preparan el inventario de velas
En su taller, ubicado en la delegación de Santa Cruz Azcapotzaltongo en Toluca, cada hora y media, aproximadamente, fabrica al menos 100 velas, ya sean de dos, tres, cuatro o seis por y un kilo. “En estas fechas las más demandadas son más de tres por un kilo y los cirios de un kilo”.
Por tratarse de un trabajo meramente artesanal, que en nada se compara a más grandes máquinas industriales, y para hacer frente a la demanda de Día de Muertos, desde el mes de junio va sacando su inventario, que incluye velas y veladoras de todos los tamaños y todos los hilos. “El proceso inicia con un pabilo de algodón, seguido de varios baños de cera para engrosar hasta obtener el tamaño que se requiera”.
En su taller participan en las labores tanto familiares como trabajadores, quienes durante todo el año producen cientos de velas, que pese al paso del tiempo son las predilectas por los consumidores. “Aunque en esta temporada aumentan las ventas considerablemente, los ocho que estamos aquí nos damos abasto par sacar los pedidos”.
Generalmente trabajan con la cera blanca y la cera amarilla o de abeja, que es la más buscada por el aroma y su significado para los fieles difuntos, sin embargo, el precio es el mismo para las dos, las cuales trabajan todo el año, pero también tienen mucha demanda en Semana Santa, especialmente, el cirio pascual.
“El costo por kilo está en 60 pesos, se ha mantenido porque pese al incremento de los insumos el cliente no paga más, entonces nos tenemos que adaptar por la competencia que hay en la comunidad”, dijo.
Hay 20 talleres
Al igual que Cirilo y su familia, otros 19 talleres artesanales de velas y cirios se destacan en la temporada de muertos por sus productos, los cuales se mueven en la capital mexiquense como en la central de abastos de Toluca.
“Nuestro negocio está en Reforma 225, en total somos 29 talleres, todos están abiertos y ofrecen buenos precios, aquí es más barato que en la central, donde las velas se venden 10 o 20 pesos más caros; aquí lo encuentran a precio de fabrica, es decir, del fabricante al consumidor”, explicó.
Cabe recordar que partir de este lunes 28 de noviembre, como lo marca la tradición católica, inician los preparativos para recibir a nuestros seres queridos. Cada cera o cirio encendido en los hogares darán paso a las almas de quienes se nos adelantaron en el camino.
PNMO