Ocho municipios de Tamaulipas tienen cultivos libres de la mosca de la fruta

Sector agricultor

Región fronteriza del estado es certificada por la Sader como espacios sin afectaciones de la plaga en sus cultivos

Moscas de la fruta, plaga que ataca los cítricos.
Tampico /

Son ocho los municipios de Tamaulipas confirmados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) como zonas libres de moscas de la fruta, plaga que afecta los cultivos de naranja, mandarina o ciruela, reconocimiento que dudará por los siguientes 2 años y donde incluye a 15 entidades.

En esta evaluación destacan Burgos, Camargo, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz, Méndez, Mier, Miguel Alemán y Nuevo Laredo, que forman parte de los 128 ayuntamientos y comunidades de Aguascalientes, Durango, Guerrero, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas, además de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila y Sonora, limpios del insecto del género Anastrepha.


El nuevo reconocimiento tiene una vigencia de 24 meses, periodo en el que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad Agroalimentaria (Senasica) continuará la vigilancia de la zona libre y de mantenerse la ausencia de la plaga, realizará las gestiones previas a la conclusión del acuerdo, a fin de emitir la nueva declaratoria de zona libre.

Este logro es resultado del trabajo conjunto entre productores hortofrutícolas y los gobiernos federal y estatal, quienes coadyuvan en la operación de la Campaña Nacional contra Moscas de la Fruta, orientada a incrementar las zonas libres y de baja prevalencia de la plaga en el país, lo que permite a los productores comercializar sus frutos en nuevos mercados y a precios competitivos.

El acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), señala que estas regiones han mantenido y cumplido durante los últimos 24 meses, con las acciones para conservar el estatus fitosanitario establecidas en el Reglamento de la Ley Federal de Sanidad Vegetal, y la Norma Oficial Mexicana NOM-023-FITO-1995.


Cabe señalar que el daño producido en el fruto es el que produce la larva de esta mosca al alimentarse de la pulpa de las frutas. Deja en su interior todos sus excrementos, además de servir de vía de contaminación para distintos tipos de hongos que producen putrefacción, lo cual hace que se caigan al suelo antes de tiempo o no sean comercializables.

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