El pasado 1 de agosto la acerera Ternium cotizaba en la Bolsa Mexicana de Valores en 688 pesos por título, desde entonces, cuando el escándalo de los sobornos en Argentina estalló, las acciones han caído notoriamente, para cerrar ayer en 572 pesos.
Y los nombres de Máximo Vedoya, al frente de la empresa en México y presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, y de su jefe y dueño de Techint (firma matriz de Ternium), el ítalo-argentino Paolo Rocca, no han podido evitar ser mencionados como artífices de millonarios contratos que empiezan a ser cuestionados desde el Cono Sur.
Ternium llegó a México hace poco más de 13 años, cuando compró Hylsa, empresa fundada por Roberto Garza Sada en 1942, y se consolidó en 2007 con la adquisición de IMSA, firma fundadora de industrias Monterrey y que fuera propiedad desde su fundación, en 1936, de las familias Clariond Reyes Retana y Canales Clariond.
El diario argentino La Nación destapó el caso de corrupción que vincula a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner con otros funcionarios y empresarios en una cadena de sobornos que sobrepasa las fronteras argentinas e involucra millonarias sumas en dólares y negocios de obra pública en ese país, Brasil, Uruguay y México, además de otras naciones europeas. Entre ellos a Techint, encabezada por Paolo Rocca, cuyo patrimonio público alcanza 6.6 mil millones de dólares.
Rocca trajo a México, desde Venezuela, donde también dirigía una empresa suya, a Máximo Vedoya, ingeniero argentino de 48 años que ostenta en sus cartas de presentación 26 años de experiencia en la industria siderúrgica y que fue muy bien recibido en el país por el sector, hasta alcanzar hace un año la presidencia de la Canacero.
El tamaño de Ternium se ha consolidado con la posesión de la minera Las Encinas (con actividad en Colima, Jalisco y Michoacán), así como la mitad de los títulos de Peña Colorada. Cuenta con dos plantas de productos largos en Apodaca, Nuevo León, y en la capital de Puebla; dos plantas de aceros planos en Nuevo León; cuatro de recubrimientos en Coahuila y Nuevo León, y centros de producción en Argentina, Colombia, Estados Unidos y Guatemala. Produce 10.8 millones de toneladas de acero terminado por año.
Es tal la bonanza que ha generado Ternium en México que sus directivos han sido recibidos por los tres más recientes presidentes del país. El año pasado, en diciembre, Rocca y Vedoya visitaron al primer mandatario Enrique Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos, para anunciarle una inversión de más de mil millones de dólares en su planta laminadora de Nuevo León.
En ese momento, Rocca, cuya mano derecha es el argentino Luis Benatza, quien ya declaró en Argentina por el tema de las coimas y se acogió al recurso de “arrepentido” para salir por la puerta trasera del juzgado que lo citó y continuar con sus actividades, ofreció a Peña Nieto el máximo desarrollo de la industria para que al segundo semestre de 2020 alcance una capacidad anual de producción de 3.7 millones de toneladas métricas de acero.
Techint ‘ablanda’ acero de Ternium en México
Máximo Vedoya y Paolo Rocca son mencionados como artífices de millonarios contratos que son cuestionados en Buenos Aires.
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