La competencia en el mundo laboral cada vez es más notoria y en el mundo del marketing se vive incluso entre los miembros más jóvenes de un equipo de trabajo como son los becarios, quienes comienzan su vida laboral aspirando a ser contratados, pero pocos llegan a serlo o a convertirse en un CMO (Chief Marketing Officer) o director de Marketing.
Ser el más talentoso, el más inteligente o el mejor de la clase no siempre es suficiente para escalar y sacar el máximo potencial.
Una relación siempre implica a dos partes y “si una empresa usa a sus becarios para tareas prescindibles o intrascendentes como sacar cientos de copias, ir por el café o recoger la basura, es momento de huir y buscar a una compañía que esté preocupada por cultivar nuevos talentos”, consideró Mario Fernández, director general de Aliat Agency, despacho de consultoría digital especializado en acelerar el desarrollo de empresas.
El experto en marketing explica que una empresa que realmente quiera crecer como organización debe entender que las buenas ideas vienen por todos lados, muchas veces de los sitios, voces o mentes más insospechados, y no solamente de los directivos.
“Es cuando el becario debe alzar la voz para proponer una forma diferente y mejor de hacer las cosas. Porque una cosa es cierta: ser becario no te exenta de crear valor”, manifestó.
Los becarios no tienen porque ser ‘el último eslabón’ de un equipo, en el entendido de que “todos los miembros son indispensables, porque una empresa es tan fuerte como su integrante más ‘débil’”, añade.
Actualmente, que un becario llegue a ser CMO puede parecer un milagro, pero no es imposible si éste se enfoca en incidir en el crecimiento de la empresa y en aprender de todos los que lo rodean.
De acuerdo con el director de Aliat, estos son los cinco consejos que nadie le dio, pero le habría encantado tener para pasar de becario a CMO:
1. Convéncete de que sí sabes. Toda la vida habrá retos que superar y cosas que aprender, pero nadie parte de cero.
A los becarios los eligen porque vieron en ellos algo valioso y que puede dar valor a la empresa.
El director de Aliat cuenta que mientras fue becario en una empresa que brinda soluciones financieras a través de la tecnología, uno de los directivos dijo en una entrevista que en su compañía solamente trabajaban ‘rockstars’.
“Eso movió muchas cosas en mí y fue a partir de ahí que dije: ‘me voy a comer el mundo’. Y comencé a lanzar mis mejores propuestas, a trabajar por resultados, a creérmela, porque de algún modo, desde mi posición de becario, era alguien del top y eso significaba que tenía mucho para dar”.
2. Aprende todo lo que puedas. Uno de los problemas de los becarios cuando lo contratan es que se quedan en la zona de confort y pierden la capacidad inventiva y curiosa, dejan de innovar porque ya llegaron a una meta, pero sólo es un paso de muchos más. “Solamente aquellos becarios que no pierdan esta hambre por crecer podrán escalar en la estructura de una empresa”.
Para Fernández un CMO debe conservar el hambre del becario, esas ganas de formar parte de la excelencia. Si una empresa tiene a alguien así en sus filas, pero no lo sabe aprovechar, esta persona se va a ir y, probablemente, llegue a ser el CMO de su competencia.
3. Sé responsable. En efecto, estar ocupando un lugar, por pequeño que sea, implica hacerse responsable de las acciones. La posición cómoda, la del becario común y corriente, es pensar que está de paso y que todo lo que haga mal tendrá que arreglarlo un superior.
Pero también hay otra clase de becarios, los que aspiran a algo más y tienen en la mente que cada día puede ser el inicio o el final de la carrera de sus sueños. Los primeros pueden convertirse en los eternos becarios; los otros, si la empresa tiene visión, serán los líderes que revolucionen a su empresa.
4. Pide ayuda de mundo. Esto tiene que ver con hacer del trabajo en equipo parte de la naturaleza del becario. Cuando un estudiante llega a una empresa, tiene la ventaja de que todo mundo quiere enseñarle cosas. Hay que aprovecharse de esta situación y pedir ayuda a todos los miembros del equipo, pero no solamente de un área, sino de todas para tener un perfil 360.
5. Aprende a hablar con externos y proveedores. Decir esta boca es mía y atreverse a crear una personalidad, un perfil propio, cuando aún no estás tan inmerso en las malas prácticas que se pueden aprender en el camino, es una oportunidad única cuando se es becario. Y, cuando se aprende a negociar desde esta posición, asumiendo que se puede ser también competente desde el inicio, forja una figura y un perfil que se puede convertir en algo muy atractivo para las empresas.
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MRA