Toyota Motor, la automotriz japonesa, manifestó un cambio en su postura sobre el cambio climático pues dijo revisaría sus estrategias al respecto y sería más transparente en cuanto a las medidas que está tomando, en un contexto de creciente presión de activistas e inversionistas.
El fabricante de automóviles estuvo bajo escrutinio después de ponerse del lado de la Administración Trump en 2019 en un intento de prohibir que el estado de California establezca sus propias reglas de eficiencia de combustible.
Toyota "revisará las actividades de compromiso con las políticas públicas a través de nuestra compañía y las asociaciones de la industria para confirmar que son consistentes con los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París", dijo en un comunicado, agregando que las acciones se anunciarán a finales de este año.
El fabricante de automóviles también dijo que "se esforzará por proporcionar más información para que nuestras partes interesadas puedan entender nuestro esfuerzo para lograr la neutralidad en dióxido de carbono".
Una portavoz de la compañía, que confirmó que las "actividades de compromiso con las políticas públicas" incluyen la participación en grupos de presión, no pudo responder inmediatamente a las preguntas sobre las peticiones de los inversores.
Cuatro fondos con unos 235 mil millones de dólares en activos gestionados están exigiendo a Toyota, antes de su reunión anual de accionistas en junio, para que ponga fin a sus actividades de presión contra los esfuerzos internacionales para evitar un calentamiento global catastrófico.
"Esta medida no debe ser un ejercicio de relaciones públicas, sino una clara señal del fin de su papel en el cabildeo negativo sobre el clima, que le ha dado un estatus de rezagado", dijo a Reuters, Jens Munch Holst, CEO del fondo de pensiones danés AkademikerPension.
El fondo estudiará la posibilidad de preparar una resolución de los accionistas para presentarla en la junta general anual del próximo año si "Toyota no cumple su compromiso", dijo Troels Børrild, portavoz del fondo danés.
AkademikerPension se plantearía vender su participación en Toyota si no hay cambios, pero el portavoz dijo que los responsables del fondo no creen que se llegue a eso.
La portavoz de Toyota dijo a Reuters que necesitaría más tiempo para responder a los comentarios de Munch Holst.
Los otros inversores son Church of England Pensions Board, la sueca AP7 y la noruega Storebrand.
Toyota fue uno de los principales fabricantes de automóviles que apoyó a la Administración Trump en su intento de impedir que California estableciera sus propias reglas de eficiencia de combustible o requisitos de emisiones cero.
MRA