Tras la crisis derivada de la pandemia del coronavirus y una vez que los países estén en una clara recuperación, en América Latina regresarán los movimientos que generaron tensiones sociales en el pasado, pues solamente se suspendieron por la crisis de salud tan profunda que se está viviendo, alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Probablemente regresen, y regresen re energizados porque los temas de distribución del ingreso van a ser aún más profundos los temas de pobreza y los temas de falta de oportunidades”, indicó el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner
En el webinario “En medio de la tempestad la oportunidad de repensar el futuro: estrategias de crecimiento económico y social post covid-19”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que América Latina es una economía con muy bajas tasas de crecimiento en productividad y el momento tan complicado que estará viviendo, ojalá abra la puerta a grandes acuerdos que replanteen el contrato social.
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“Un contrato social que implique reformas pro mercado para generar más inversión, que abra los espacios para financiar inversión pública y aseguramiento social, ahí es donde el acuerdo se vuelve mucho más inclusivo porque abarca muchos más sectores de la sociedad”, indicó el directivo del FMI.
Explicó que en América Latina han generado quejas los modelos implementados porque no han tomado en cuenta un Estado que genere mucho más aseguramiento en el ámbito de salud, empleo, etcétera, por lo que un acuerdo de este tipo, que abarque la inversión pública, el mejor uso de los recursos públicos y el aseguramiento social, tal vez ponga a América Latina en una trayectoria muy diferente, que no necesite los motores de la economía internacional como el único empuje para procesos de desarrollo sostenido.
Werner añadió que en América Latina se va a necesitar un nuevo acuerdo político para lograr que en un periodo relativamente corto se logren incrementos en los espacios fiscales, a la par de reasignaciones importantes de gastos, pues implica un nivel de reasignación de los ingresos en una economía que políticamente no es trivial.
En este sentido, abundó, hay una agenda porque el mundo post pandemia necesitará un gran acuerdo que ponga a los países de América Latina en un cauce de crecimiento más acelerado y mucho más inclusivo que lo que se ha visto en las últimas tres o cuatro décadas.
En el corto plazo no hay más que optar por programas fiscales
Así, apuntó el director del Departamento del Hemisferio Occidental, en el corto plazo no hay más opción que poner en operación programas fiscales importantes para apoyar a las familias y unidades productivas que se ven más afectadas por las medidas de salud pública y de confinamiento.
Puntualizó que en países que tienen poco espacio fiscal y niveles de informalidad importante hay un reto muy importante, pues en todos los instrumentos de transferencias sociales, algunos tienen que ser más innovadores, además de encontrar la manera de abrir más espacio fiscal, a través de un avance en la agenda de sostenibilidad en el mediano plazo.
Así, señaló Alejandro Werner, en el mediano plazo el reto incluye anclar la sostenibilidad de las finanzas públicas, con un aumento de la deuda, así como detonar un proceso de crecimiento que aumente la inversión pública, el aseguramiento social y genere un proceso de incremento de la inversión, del empleo, de la economía y con mejores indicadores que sociales de los que hemos visto en el pasado.
lvm