Pese a las altas tasas de interés, la economía mexicana sigue superando las previsiones para este 2023, a la par del repunte en la inversión privada, provocado por las políticas fiscales estadunidense favorables a la relocalización y las normas de origen del T-MEC, reconoció el banco de inversión, UBS.
UBS realizó un análisis sobre la economía mexicana dirigido a sus inversionistas, donde destacó que el crecimiento económico de México debería verse favorecido a medio plazo por el aumento de la inversión; sin embargo, problemas como los cuellos de botella en infraestructura y la preocupación por el estado de derecho pueden representar un lastre para los avances.
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Con todo y el panorama positivo, el banco recomendó a sus clientes ser conscientes de que los activos de los mercados emergentes están sujetos, entre otros, a posibles riesgos derivados de la volatilidad cambiaria y a cambios bruscos en el costo del capital y en las perspectivas de crecimiento económico, así como a riesgos normativos y sociopolíticos, el riesgo derivado de los tipos de interés y un mayor riesgo crediticio. “En ocasiones, los activos pueden ser muy poco líquidos y las condiciones de liquidez pueden empeorar de forma repentina”.
UBS adjudicó este mayor interés de la inversión porque en la última década se ha tenido la impresión de que el principal impedimento para el crecimiento del país ha sido la escasez de inversiones. Además, la dinámica actual en México contrasta sobremanera con la mayor parte de América Latina, donde la inversión sigue de “capa caída”.
Así, el auge de la inversión se debe al aumento del gasto en maquinaria y equipo, principalmente al crecimiento de la construcción no residencial, sector al que se han destinado muchas inversiones públicas, como parte de los esfuerzos del gobierno por completar sus proyectos insignia antes de las elecciones de 2024, aunque dicha inversión apenas supera el 10 por ciento del total.
“El impulso predominante para el auge de la inversión procede del sólido repunte de la inversión privada. Dicho esto, otra parte del aumento se debe al progreso continuo de proyectos públicos como el Tren Maya, el interurbano México-Toluca, las estaciones para conectar el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la renovación de las líneas 1 y 12 del metro de Ciudad de México y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec”.
Además el apetito por la inversión privada en México podría seguir creciendo tras la aplicación de los nuevos incentivos fiscales para que empresas en sectores clave de la industria exportadora se instalen en el país con tasas de impuestos menores.
El 11 de octubre se promulgó un decreto presidencial que concede beneficios fiscales, como la depreciación acelerada para inversiones en activos nuevos efectuadas desde el 12 de octubre de 2023 hasta el 31 de diciembre de 2024.
Además, habrá otra deducción fiscal por el aumento en el gasto para capacitación de trabajadores de 2023 a 2025. Creemos que el decreto supone un paso en la dirección correcta para promover la inversión en el país.
UBS explicó que, si bien el gobierno debe asegurarse de que esas medidas no entren en conflicto con los compromisos de México con sus socios comerciales, la Secretaría de Hacienda reiteró que estas tasas de impuestos reducidas no incumplen ningún acuerdo comercial.
srgs