Un 14 por ciento de las empresas registraron un fraude en lo que va del año, un incremento frente al 8 por ciento obtenido en el 2020, según la encuesta más reciente de percepciones empresariales realizada por la consultoría en servicios de inteligencia de negocios, Vestiga.
Sergio Díaz, sociodirector de Vestiga, comentó que los daños ocasionados por este evento como porcentaje de las ventas pasaron de 4 por ciento a un 7 por ciento en el mismo periodo.
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“Identificamos este hecho al cuestionar a las empresas mexicanas en octubre del año pasado, considerando el periodo completo desde octubre de 2019 y repetirlo ahora, por lo cual el dato es muy interesante y muestra, sin duda, un incremento significativo en la afectación por razones de fraude, según aceptan los principales tomadores de decisión en las empresas encuestadas”, añadió el directivo.
La pregunta fue: ¿Su empresa ha registrado al menos un evento de fraude involucrando la participación de empleados? La respuesta fue que un 14 por ciento dijo que sí (de octubre de 2020 a octubre de 2021).
Díaz apuntó que el daño en las empresas de esta actividad fraudulenta de sus empleados también registró un aumento importante, pues prácticamente se duplicó al pasar de un valor de 4 por ciento de sus ingresos totales en 2020 a 7 por ciento en el 2021.
La encuesta también reveló que por áreas afectadas o donde se originan los citados fraudes en las empresas, las tendencias en México son muy similares a lo que registra en la mayoría de los países, señaló el directivo.
“Normalmente los golpes más significativos se dan en los procesos de compra y en los administrativos, financiero y de tesorería y en este caso, se mantienen las proporciones observadas el año pasado”, indicó.
De esta manera, el área más afectada donde se registró la mayor incidencia de fraude en el 2021, fue un 36 por ciento en proveedores y compras; un 31 por ciento en administración y tesorería; un 23 por ciento en operaciones; un 6 por ciento robo “hormiga” y un 4 por ciento otros.
Por lo que respecta a los tomadores de decisión en las empresas sobre lo que perciben como principal causa de los mencionados fraudes, una gran parte lo adjudica a fallas en la gestión.
“Es muy interesante el hallazgo que tuvimos en términos de autocríticas de los empresarios y administradores principales, pues una gran proporción de ellos atribuye a fallas de management o gestión la principal causa de la actividad de fraude, lo que también implica admitir que en el más alto nivel de decisión ha habido equivocaciones que pueden propiciar acciones de fraude por parte de empleados. Igualmente, nos llamó la atención que el segundo lugar de menciones como causa fuera el de ‘resentimientos’ de los empleados, un factor humano con el que nosotros como consultoría nos encontramos a menudo cuando ayudamos a las empresas con este tipo de situaciones”, subrayó el directivo.
Díaz mencionó que las empresas afectadas no han hecho nada una vez que han tenido una actividad fraudulenta de empleados en sus organizaciones.
“Evidentemente falta aún mucho por hacer y los tomadores de decisión lo reconocen al señalar en una gran proporción que no han hecho nada o no lo suficiente, lo cual, sin duda, tiene repercusiones en la vulnerabilidad que sigue y seguirá existiendo por un tiempo al menos en la mayoría de las empresas, hayan sido o no afectadas por el fraude interno”, concluyó el directivo.