Unilever dijo que "existe el riesgo" de que tenga que dejar de hacer negocios en Rusia, y que podría tener que asumir pérdidas o depreciar sus activos allí.
La empresa, que emplea a más de 3 mil personas en Rusia, se convirtió en marzo en la primera gran compañía alimentaria europea en detener sus importaciones y exportaciones fuera de Rusia tras la invasión de Ucrania por parte de este país.
- Te recomendamos Valor de mercado de 'e-commerce' en México crece 23% en 2022: AMVO Negocios
El fabricante del jabón Dove y la sopa Knorr declararon por entonces que no invertirían más en Rusia y que también detendrían todo gasto en medios de comunicación y publicidad en ese país, añadiendo que sus operaciones en Ucrania también se habían detenido.
Sin embargo, siguió suministrando sus productos de higiene y alimentación de primera necesidad fabricados en Rusia a los habitantes del país, aunque afirmó que no obtendría ningún beneficio de esas ventas. Todos los beneficios obtenidos en Rusia se quedan allí, afirmó la empresa.
"Continuaremos revisando y divulgando las implicaciones financieras del conflicto", dijo Unilever en su anuncio de resultados del jueves.
"Aunque las posibles repercusiones siguen siendo inciertas, existe el riesgo de que las operaciones en Rusia no puedan continuar, lo que conllevaría una pérdida de facturación, beneficios y una depreciación de los activos".
El consejero delegado, Alan Jope, añadió que no ha comenzado a amortizar el negocio, pero que el jueves señaló el riesgo porque quería ser transparente con los accionistas y los reguladores.
"Espero que podamos proteger a la gente que tenemos sobre el terreno durante bastante tiempo. La guerra ha disparado la inflación en Rusia, que es el azote de una economía. Y los volúmenes en nuestro negocio ruso han bajado significativamente, en dos dígitos", añadió.
"La opción que estamos siguiendo ahora mismo es la que menos contribuye a la economía rusa (en términos de impuestos)... el simple abandono resultaría definitivamente en una mayor contribución a la economía rusa", dijo Jope en una convocatoria con los medios.
"Creemos que la respuesta más acertada, junto con nuestra preocupación por las 3 mil personas que tenemos allí, es delimitar y gestionar estos negocios de forma que no caigan en manos del régimen", declaró Jope.
"La salida no es sencilla. Y para que quede claro, no estamos tratando de proteger el valor comercial de nuestro negocio en Rusia".
AMP