Victoria Beckham tiene 24 millones de seguidores en Instagram, una marca de moda global, cuatro hijos, su esposo es una leyenda del futbol y su fama es tan intensa, que la reservación de nuestro almuerzo en Nobu, el restaurante de sushi en Old Park Lane en Mayfair, la hizo bajo un seudónimo.
Beckham llega cuatro minutos más tarde que yo, su apariencia se ve más o menos como la reconocerías por las imágenes de los paparazzi.
Vestida con un abrigo masculino, una blusa negra de manga larga y pantalones de diseño propio, se ve en esa línea, aunque más pequeña y más vulnerable en persona.
Tal vez sea porque no lleva los enormes lentes de sol que generalmente usa en público y tampoco muestra su característico puchero, que utilizó en la década de 1990 para entrar en el personaje de Posh, el altivo miembro de las Spice Girls.
Beckham es una profesional al ordenar rápidamente un tazón de edamame, sashimi de cola amarilla con jalapeños y un trozo de pescado blanco, una lubina, que se cocina al vapor.
Mientras pido una copa de champán, Beckham me dice que ella y David están en “una leve desintoxicación” después de un viaje de esquí a Francia donde bebieron demasiado vino.
Su conversación está salpicada de referencias a su esposo, con quien se casó hace 20 años, cuando ella era una superestrella mundial y él un fenómeno en el Manchester United. Juntos, construyeron una de las marcas más poderosas del mundo y su fortuna combinada se estima en cientos de millones de libras (mdl). Los Beckham recibieron 30 mdl en dividendos de su holding en 2017.
“A David y a mí pueden amarnos u odiarnos, pero, trabajamos así. Siempre hemos trabajado muy duro. Lograr el éxito es una cosa, mantenerlo es algo completamente diferente”, dice.
Cuando Victoria Beckham lanzó su línea en 2008, con una pequeña colección de 10 vestidos, fue algo inusual, por pertenecer a un pequeño grupo de diseñadores que no habían estudiado moda. En la actualidad, el mercado está lleno de marcas de famosas, desde Fenty Beauty, de Rihanna hasta el imperio de cosméticos de 1,000 mdd de Kylie Jenner.
Ella celebró el décimo aniversario de la marca en septiembre pasado, con un desfile de bienvenida en Londres. Y luego, en diciembre, y a pesar de un aumento de 17% en las ventas, Victoria Beckham Limited reportó una pérdida operativa de 10.2 mdl en el año.
Después de décadas en el negocio, todavía sigue en números rojos.Ella sabía que eso venía. Fue parte de la razón por la que aceptó una inversión de 30 mdl de NEO Investment Partners en 2017, a cambio de una participación de 28% en su negocio. La inversión llegó con un nuevo director ejecutivo, una reforma rigurosa y la promesa de que habría un recorte en los puestos de trabajo.
Durante 10 años, Beckham fue la directora ejecutiva de manera efectiva. “Este no es un proyecto de vanidad, y si quiero que la marca todavía esté aquí en 20, 30 o 40 años, necesito llegar al punto de equilibrio, y luego debo ser rentable. Estamos en el camino correcto para lograrlo, pero no va a ocurrir mañana”, apunta.
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En 1994, respondió a un anuncio para ser parte de las Spice Girls, cumplió su ambición de volverse “más famosa que el detergente Persil”, y en el proceso, el grupo vendió más de 85 millones de discos en todo el mundo.
Pero Victoria Beckham, quien siempre ha hecho cosas “fuera de los paradigmas”, nunca ha dejado que la falta de experiencia o cualificaciones se interponga en su camino.
Ella es igual de ambiciosa para el éxito de sus propios hijos. Brooklyn, quien ahora tiene 20 años, quiere ser fotógrafo; Romeo, de 16 años, quiere ser tenista profesional; Cruz, de 14, es un artista, y Harper, de 7, es una “verdadera tomboy”.
“Llevé a mis hijos al Madison Square Garden para que vieran la primera gira de la reunión de las Spice Girls, en 2008. ‘Esta es mami como estrella del pop’. No volverá a suceder”. Le pregunté: ¿No le gustaría unirse a las Spicey en su próxima gira? “Fue agradable tener esa oportunidad”, menciona sobre la última reunión. “Pero para mí, no. Creo que será genial, y lo estoy esperando. Pero no. Muchas cosas han cambiado”, afirma.
Su próxima empresa, la línea de belleza Victoria Beckham, basada en cosméticos, perfumes y cuidado de la piel, se lanzará en septiembre próximo y solo estará disponible en línea.
Presumiblemente, este nuevo enfoque en la belleza tiene que ver con el auge de los bloggers que alcanzaron la fama mundial en línea.
Beckham ya tiene una enorme plataforma de redes sociales y el mes pasado lanzó su propio canal de YouTube.
La empresaria se describe a sí misma como una niña, pero que a menudo recurre a David para pedirle consejo. ¿A su esposo le gusta como se veste usted? Victoria Beckham responde: “Alguien me preguntó si me gustaba cómo se vestía David. Y yo conteste: ‘Creo que te ves muy bien con todo’. Luego le pregunté: ‘¿Te gusta la forma cómo me visto?’”. “Y aquí es donde pienso: estoy casada con David Beckham, pero por supuesto que le va a gustar cómo me visto. Él me respondió: ‘Bueno, ahora que lo mencionas, ¿por qué te pones esos suéteres con esas mangas grandes? ¿Y por qué llevas pantalones tan holgados?’”, ella se ríe. “Al señor Beckham no le gustaba”.
Después de dos horas de conversación, el almuerzo está por terminar. Cuando Victoria Beckham se levanta, una docena de cabezas giran. Le pregunto si le incómoda el constante bombardeo de atención de los medios. Ella me responde que “en realidad no, porque de todas formas soy mi peor crítica”.