El sindicato IG Metall amenazó con la convocatoria de huelgas en las factorías alemanas de Volkswagen y advirtió de una "reacción histórica", mientras la compañía rechazó sus demandas en el comienzo de las negociaciones del convenio colectivo, marcadas por posibles cierres de plantas y despidos.
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Volkswagen y los sindicatos iniciaron el miércoles 25 de septiembre las negociaciones salariales en un momento convulso para la mayor compañía automovilística europea, que quiere endurecer su programa de ahorro y no descarta realizar despidos o cerrar fábricas por primera vez en su historia en Alemania.
Según explicó la compañía en un comunicado, en esta primera reunión de tres horas, que se celebró en Hannover, el sindicato exigió un aumento salarial del siete por ciento, así como una cantidad básica de 170 euros para los becarios y estudiantes duales, algo que la compañía rechazó.
"Debemos reducir nuestros costes laborales en Alemania. Solo podremos mantener nuestra posición de liderazgo y asegurar los puestos de trabajo a largo plazo si trabajamos de forma más económica", aseguró el negociador jefe de VW, Arne Meiswinkel, quien antes del encuentro había calificado la situación de la compañía en el país como "muy grave".
El sindicato amenaza con huelgas
Antes del inicio de la reunión, el sindicato amenazó con huelgas, que son posibles a partir de diciembre, si la compañía no atendía a sus propuestas.
"Si es necesario, decenas de miles de personas se plantarán ante las puertas de las fábricas y en las calles de las sedes de Volkswagen", afirmó la presidenta del comité de empresa, Daniela Cavallo.
La ronda de negociación, que afecta a unos 120 mil trabajadores en el país, se adelantó después de que la compañía endureciera su discurso sobre la austeridad a principios de mes y, aunque en un principio solo iba a tratar la remuneración de los trabajadores, también se hablará sobre la garantía del empleo recientemente eliminada.
En este contexto, Cavallo defendió que "por supuesto" que la compañía tiene graves problemas de rentabilidad, pero que estos no se pueden resolver "utilizando el cierre de plantas como amenaza" ni "lanzando un ataque a gran escala contra los convenios colectivos".
Cavallo recordó que los conflictos dentro de la empresa siempre se habían solucionado de forma cooperativa, pero que esta vez los ataques vienen desde dentro de la propia empresa.
"Vienen de parte del Consejo de Administración, que se atreve a romper tabúes históricos. Y no lo vamos a tolerar. Nuestra reacción como parte de los empleados será igual de histórica", afirmó.
Junto a ella, el responsable de IG Metall de Baja Sajonia, Thorsten Gröger, aseguró que esperaban obtener respuestas sobre los planes de la compañía hoy: "Con el miedo no se hace futuro, ¡con el miedo se destruye el futuro!".
Endurece su plan de ahorro
Volkswagen rescindió a principios de mes varios convenios colectivos en Alemania, entre los que se encontraban desde 1994 la garantía que protegía a los trabajadores contra el despido por razones de empresa y que inicialmente estaba vigente hasta 2029.
Con este movimiento, el grupo dio un paso más para endurecer su programa de ahorro, por el que prevé reducir sus costes hasta 2026 en al menos 10 mil millones y en el que ya no descarta realizar despidos o cerrar algunas de sus fábricas en el país.
Volkswagen, que ganó un 14.5 por ciento menos en el primer semestre tras caer en ventas por la contracción del mercado chino, fabrica vehículos en Alemania en Wolfsburgo, Emden, Osnabrück, Hannover, Zwickau y Dresde y produce además componentes en Kassel, Salzgitter, Braunschweig y Chemnitz.
Propuestas y demandas del sindicato
El sindicato IG Metall exigió un aumento salarial del siete por ciento y una compensación básica de 170 euros para becarios y estudiantes duales. La compañía rechazó estas demandas, argumentando que es necesario reducir los costes laborales para mantener su competitividad.
El negociador jefe de VW destacó la gravedad de la situación en Alemania y la necesidad de tomar medidas para asegurar los puestos de trabajo a largo plazo.
La posición de Volkswagen y sus consecuencias
Volkswagen enfrenta una situación complicada debido a su plan de ahorro y la posibilidad de despidos. La compañía busca reducir costes en medio de un mercado automovilístico desafiante, especialmente tras la disminución de ventas en China.
Las decisiones tomadas en este contexto están generando tensiones con los sindicatos y poniendo en riesgo las relaciones laborales dentro de la empresa.
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