Volvo Group se enfrenta a la posibilidad de tener que retirar camiones para su revisión en varios continentes, después de que admitió que sus vehículos podrían emitir niveles más altos de lo permitido de los venenosos gases de óxido de nitrógeno.
Las acciones del grupo sueco cayeron 6% después de que predijo un costo “concreto” por el problema que provocó el “componente para control de emisiones” en sus vehículos, que se desgasta más rápido de lo esperado.
“Volvo Group detectó que el componente de control de emisiones, que se utiliza en algunos mercados con estándares de emisiones más estrictos, se degrada más rápidamente de lo esperado, por lo que se reduce su capacidad para convertir los óxidos de nitrógeno (NOx) con la eficiencia prevista, lo que podría provocar que los motores o los vehículos superen los límites de las emisiones de NOx”, dijo la compañía.
El fabricante de camiones añadió que “aún no hay un análisis completo del asunto ni los planes con las autoridades regulatorias, por tanto, la compañia todavía no puede estimar el volumen de motores o vehículos que tal vez se necesite abordar”.
Es probable que el mayor número de camiones afectados se encuentre en América del Norte y Europa, donde se vendieron alrededor de 150,000 unidades el año pasado.
Los analistas advirtieron que el mismo problema podría ocurrir en otras marcas de vehículos, como Daimler o Man y Scania, propiedad de Volkswagen (VW), si el problema proviene de un componente de un proveedor que también utilizaron otras empresas.
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Un portavoz de Traton, subsidiaria de VW Group, dijo: “no hay señales de que los motores que se utilizaron en Man y Scania puedan superar los límites de emisiones, debido a que los componentes de control de las emisiones se degradan más rápido de lo esperado”.
El sector de camiones evitó en gran medida ser arrastrado al escándalo de emisiones que afecta a toda la industria, aunque cinco marcas de camiones recibieron una multa de 3,000 millones de euros (mde) en 2016 por parte de la Comisión Europea, por colusión para retrasar las medidas de ahorro de emisiones de sus vehículos.
Casi tres años después de las revelaciones en 2015, de que Volkswagen vendió 11 millones de vehículos equipados con un software para hacer trampa y así ocultar los niveles de contaminación mientras se realizaban las pruebas de laboratorio, el problema todavía persigue a la automotriz alemana, que tiene que pagar grandes multas.
El Dato.30,000MDE
le costó el escándalo del dieselgate a VW
El martes pasado, Audi recibió una multa de 800 mde por parte de un tribunal alemán relacionado con el caso original del dieselgate de VW.
Los fiscales de Múnich multaron a la unidad de lujo de la compañía automotriz con un máximo de 5 mde, más 795 mde con base en el beneficio económico que logró Audi al eludir las leyes de emisiones.
Los fiscales dijeron que una supervisión permitió que Audi se “desviara de los requerimientos regulatorios en algunos vehículos con motores diésel V6 y V8” que fabricó y distribuyó la compañía.
A principios de 2017, Volkswagen se declaró culpable en Estados Unidos de equipar sus vehículos con un software con el que hacían trampa en las pruebas y que en realidad emitía 40 veces más el nivel permitido de óxido de nitrógeno.
El escándalo le costó al grupo más de 30,000 mde, la gran mayoría en América del Norte, donde tuvo que volver a comprar cientos de miles de automóviles. En junio, los fiscales en Braunschweig multaron a VW con un monto histórico de 1,000 mde.
Aunque la última multa es punitiva, cierra la puerta a otro caso de fraude que enfrenta la automotriz alemana.