Wells Fargo anunció resultados negativos en el segundo trimestre, la primera vez que eso ocurre en más de una década, lo que le llevó a sufrir en el primer semestre del año unas pérdidas netas de mil 726 millones de dólares.
La cuarta entidad bancaria más grande de Estados Unidos en activos facturó en la primera mitad de este año un total de 35 mil 553 millones de dólares, un descenso del 17.7 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, en el que obtuvo un beneficio neto de 12 mil 066 millones.
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Wells Fargo, con sede en San Francisco, generó entre enero y junio una pérdida neta por acción de 0.65 dólares, frente a los 2.50 dólares de ganancia que tuvo en el primer semestre del ejercicio previo, de acuerdo con un comunicado.
En el segundo trimestre, en el que más se fijaban los inversionistas de Wall Street, registró unas pérdidas de 2 mil 379 millones de dólares en contraposición a las ganancias de 6 mil 206 millones del mismo tramo de 2019.
Se trata de la primera vez que Wells Fargo tiene cifras negativas trimestrales desde la crisis financiera de 2008, una cuestión que le ha obligado a recortar sus dividendos a 10 centavos.
Por su parte, los ingresos trimestrales de la financiera sufrieron un descenso del 17.36 por ciento entre marzo y junio, hasta 17 mil 836 millones de dólares.
En el contexto de pandemia e incertidumbre económica, Wells Fargo se ha visto obligado a reforzar con unos 9 mil millones de dólares sus sistemas de prevención y provisiones frente a los posibles préstamos "deteriorados".
El primer ejecutivo de la compañía, Charles Scharf, señaló hoy en una nota que estaban "muy decepcionados" con los resultados del segundo trimestre y con la decisión de reducir el dividendo.
"Nuestra visión respecto a la duración y severidad de la recesión económica se ha deteriorado considerablemente en comparación al último trimestre. Si bien el impacto negativo de la pandemia no tiene precedentes y muchos de nuestros impulsores comerciales recibieron un impacto negativo, nuestra franquicia debe funcionar mejor y haremos cambios para mejorar el rendimiento, independientemente del entorno operativo", expresó Scharf, quien sin embargo apuntó que el capital y la liquidez del banco continúan siendo "extremadamente fuertes".
Wells Fargo, a diferencia de otros grandes bancos de Estados Unidos, no tiene un área fuerte dedicada a la banca de inversión y además está sujeto a restricciones regulatorias relacionadas con el escándalo de las cuentas falsas de 2016, entre ellas una medida de la Reserva Federal que limita el aumento de sus activos.
El mes pasado la dirección del banco ya advirtió que la situación era complicada y tendría que recortar gastos y plantilla este año para salir adelante.
Los resultados fueron peor de lo esperado en Wall Street, donde en las operaciones previas a la apertura de la bolsa neoyorquina los títulos de Wells Fargo descendían alrededor de 4 por ciento.
GGA