WeWork comparecerá hoy por primera vez ante un tribunal de quiebras estadunidense para presentar una propuesta de reestructuración que podría recortar 3 mil millones de dólares de deuda y reducir la huella inmobiliaria de la empresa.
La empresa de oficinas compartidas respaldada por Softbank solicitó ayer la protección por quiebra en una corte de Newark, en el estado de Nueva Jersey, para hacer frente a una deuda de más de 4 mil millones de dólares y a unos costos de alquiler insostenibles.
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WeWork, valorada en su día en 47 mil millones de dólares, se expandió a un ritmo vertiginoso, pero acumuló cuantiosas pérdidas en sus obligaciones de arrendamiento de largo plazo tras el desplome de la demanda por espacio de oficinas después de la pandemia de covid-19.
Después de que un intento anterior de reestructurar sus deudas no logró evitar la quiebra, WeWork llegó a un acuerdo con más del 90 por ciento de sus tenedores de bonos para convertir 3 mil millones de dólares de deuda en acciones de la empresa.
Softbank, que actualmente posee cerca del 70 por ciento de la empresa, mantendría una participación en el capital en virtud de la reestructuración propuesta.
"Softbank ha sido un verdadero defensor de esta empresa", dijo Steven Serajeddini, abogado de WeWork, en la vista judicial del miércoles. "Ha respaldado el crecimiento de la empresa y ahora respalda su reestructuración".
WeWork logró renegociar 590 contratos de alquiler antes de declararse en quiebra, ahorrando unos 12 mil 700 millones de dólares en pagos futuros, pero dice que tiene que hacer más para controlar los costos de alquiler.
La empresa ha identificado 69 contratos de arrendamiento que pretende romper en los primeros días de su quiebra, incluidos 41 en Nueva York, y podría tratar de rechazar más contratos después. WeWork dijo que está tratando de renegociar los términos de otros contratos de arrendamiento con 400 propietarios.
WeWork pedirá hoy al juez de quiebras John Sherwood, que supervisa el procedimiento del Capítulo 11, que dé el visto bueno a los pasos iniciales de su caso, incluidas peticiones rutinarias como seguir pagando a sus 2 mil 700 empleados y a proveedores críticos como los servicios de mantenimiento y limpieza de edificios.
srgs