Por: Raphaël Bonet y Germán Vargas
Ilustración: Izak Peón, cortesía de Nexos.
La pandemia y la merma de los ingresos que ha generado no son las causas profundas de los desalojos, sino que han agravado un fenómeno que lleva dos décadas cristalizándose. La precariedad de la tenencia es un problema estructural: la inseguridad jurídica derivada de la ausencia de escrituración y de contratos que establezcan las condiciones del arrendamiento vulnera a una parte importante de la población capitalina. Con 7.5 millones de lotes irregulares con uso habitacional en todo el país, y con 16.3 % de las viviendas habitadas sin escrituras, la irregularidad de la tenencia se debe principalmente a que la Ciudad de México ha sido "habitada antes de ser planeada".