Por: Daniela Osorio
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
No es anecdótico que en México las mujeres estemos expuestas a la forma más extrema de violencia: los asesinatos. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la violencia letal presentó una preocupante tendencia al alza entre 2016 y 2019, siendo este último el año más violento para las mujeres del que se tenga registro, con 3 mil 836 víctimas. En este contexto, la pandemia por SARS-CoV-2 y la consecuente aplicación de medidas extraordinarias de contención como la Jornada Nacional de Sana Distancia, llegaron a México con preguntas sobre los efectos que el confinamiento podría tener sobre este fenómeno. Dado que sabemos que 2020 cerró con un registro de 3 mil 752 mujeres víctimas de homicidio doloso y feminicidio —una disminución de sólo 2 por ciento con respecto a 2019—, es posible afirmar que las medidas extraordinarias no permitieron una reducción significativa de la violencia letal contra las mujeres. Por lo tanto, resulta pertinente interesarnos en los distintos contextos en los que opera.