Por: Leonardo Núñez González
Ilustración: Augusto Mora, cortesía de Nexos
En diferentes ocasiones AMLO ha dicho que ya no se pertenece. Probablemente esto es cierto, aunque, en lugar de ser utilizado para argumentar que él se debe únicamente a la voluntad del pueblo, tal vez la mejor manera de pensarlo es que ahora, bajo la investidura de la Presidencia de la República, sus acciones ya no pertenecen a la esfera de lo privado y ahora deben ajustarse estrictamente a las leyes. En el pasado, el cultivo de su nombre como una marca le permitió ser reconocido como ningún otro político y utilizarla para potenciar a su movimiento, así como candidatos afines, pero ahora debe recordar la máxima juarista que tanto gusta citar: “al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”.