Por: Daniela Stevens
Ilustración: Jonathan Rosas, cortesía de Nexos
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial, detrás de China, así que la resolución de la corte no sólo pone en peligro sus promesas de reducir las emisiones nacionales, sino que también limita el potencial de reducción de emisiones globales y la capacidad de alcanzar colectivamente el objetivo de mantener el calentamiento global a un nivel mínimo o por debajo de 1.5 grados centígrados. Si Estados Unidos logra el compromiso de reducir sus emisiones de gases efecto invernadero, puede que marque la pauta para que los principales países emisores se embarquen a reducir las mismas. En otras palabras, si China, India y Rusia consideran que las presiones de Estados Unidos para poner fin a la dependencia del carbón son demandas vacías dada la capacidad reducida del presidente Biden de lograr objetivos nacionales, es posible que disminuyan sus propios esfuerzos. Estos países están poniendo atención; el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, declaró un día después del fallo que abordar el cambio climático requiere más que “cantar consignas”, refiriéndose a las promesas inconsecuentes de Estados Unidos. En el mismo sentido, la deteriorada credibilidad del liderazgo climático que conserva el Ejecutivo estadunidense podría resultar en un efecto dominó negativo en la región.