Fanáticos

Horatio Bottomley era un periodista reconocido en Reino Unido. Su periódico, John Bull, ha sido desde entonces modelo del nacionalismo fanático, beligerante y xenófobo.

Horatio Bottomley era un periodista influyente en el Reino Unido y la encarnación del patriotismo. (Estelí Meza)
Nexos
Ciudad de México /

Por: Fernando Escalante Gonzalbo

Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos

A lo largo de su vida, Horatio Bottomley fundó (y liquidó) al menos 77 compañías, y estuvo sujeto a 256 procesos de quiebra. El esquema básico de sus negocios era muy sencillo: abría una suscripción de acciones para un negocio fabuloso, ofrecía dividendos insólitos el primer año y la empresa entraba en quiebra. A los accionistas les ofrecía la alternativa de pagar una pequeña cantidad para cambiar sus títulos por otros, de una nueva empresa que prometía ganancias aún mayores. Y siempre había quienes le compraban acciones, a pesar de todo. Así vivió durante décadas, pero con el éxito de la campaña de la guerra se rodeó, según Julian Symons, de la peor clase de aduladores, que son los que se creen sus propios elogios. Al final, una complicada historia de venganzas lo llevó a la cárcel en 1922. Cinco años después salió para fundar un nuevo periódico. Atribuirle una ideología, cualquiera, sería una exageración: Bottomley era el demagogo perfecto. En su popularidad hay algunas claves para entender su tiempo. A lo mejor también el nuestro.

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