Por: Gloria Soto Montes de Oca
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
El poder de los gobiernos subnacionales para diseñar e implementar acciones en los sectores específicos muestran diferencias significativas, mientras que no se encontró influencia de actores no estatales —poder de encuadre— en el desempeño sectorial. En el sector transporte, a nivel federal el Programa de Comunicaciones y Transportes 2013-2018 contemplaba apoyar a quince zonas metropolitanas para desarrollar sistemas de transporte sostenibles, pero reportó acciones sólo en cinco, tres fueron en estados de la muestra. A nivel estatal, donde recae la competencia directa, se encontró que los cinco Programas Estatales de Cambio Climático consideran dentro del diseño la promoción del transporte masivo, infraestructura ciclista y peatonal, autos eléctricos o híbridos y programa de verificación vehicular. La coordinación horizontal en el diseño de políticas a nivel estatal está ausente en la mayoría de los instrumentos, pues ni las Leyes Estatales de Movilidad ni los Programas de Calidad del Aire (ProAire) existentes mencionan el tema de cambio climático, excepto en el Valle de México. En el poder pragmático se encontraron acciones de construcción de transporte masivo en Toluca, Guadalajara y Monterrey. Sólo dos, Estado de México y Jalisco, estimaron las reducciones en las emisiones de GEI, y ambos recibieron financiamiento de las autoridades federales. Sólo un estado reportó proyectos específicos de infraestructura para bicicletas, mientras que dos se enfocaron en fortalecer la verificación de vehículos, sin un vínculo claro con el cambio climático.