Por: Emiliano Polo Anaya
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Para el ingreso a la OTAN es necesario el consenso de todos los miembros, el cual, como quedó claro en la cumbre, por ahora no existe. El presidente Zelenski sostuvo recientemente que “comprende que mientras dure la guerra, Ucrania no puede unirse a la OTAN pero que se necesita la certidumbre para cuando ésta termine”. En una entrevista para CNN, el presidente Biden mencionó que la OTAN no puede aceptar el ingreso automático de un país que se encuentra en guerra. Alemania también ha mostrado una posición más reticente y, junto con Estados Unidos, ha propuesto el uso de otro tipo de garantías para la seguridad de Ucrania. Diplomáticos alemanes, por ejemplo, han manifestado que no están interesados en humillar y romper por completo el actual sistema político ruso. Bajo la misma precaución —evitar un conflicto directo entre Rusia y la OTAN— se ha puesto freno al proceso acelerado que reclamaba Zelenski. Si todos los requisitos de ingreso deben cumplirse, tales como control territorial, mecanismos anticorrupción o contar con instituciones democráticas estables, la anexión es imposible mientras continúe la guerra. Por otro lado, los países Bálticos y Polonia apoyan la integración inmediata de Ucrania por su cercanía geográfica con Rusia.