Por: Carla Márquez Muñoz
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
La lucha cotidiana en el ámbito profesional nos ha dejado la sensación de que debemos ganarnos el lugar de éxito profesional que nos fue arrebatado por generaciones. Sin embargo, esta sobrevaloración del trabajo persigue un modelo capitalista masculino mientras que, como sociedad, nos está haciendo mucha más falta cuidarnos y hacer algunos licuados de vez en cuando. La idealización del éxito profesional, una vida con más dinero, tiempo, viajes y aparentemente menos preocupación a costa de nuestra paternidad es, por lo menos, cuestionable. Podríamos también plantearnos que ser padres y madres no significa necesariamente un obstáculo para la realización.