Por: José Roldán Xopa
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La cuestión de los fideicomisos de ciencia y tecnología no se limita a una cuestión meramente económica: están ligados a un diseño de política en dichas materias cuyo propósito es incentivar la investigación y el desarrollo de capital humano y de capacidades institucionales de los centros públicos de investigación. Si solamente se les aprecia como una bolsa de la cual echar mano, sin analizar cómo se afecta a la investigación y a la innovación o cómo mejorar esas funciones, la iniciativa será regresiva. Por ahora, se dice, la iniciativa se encuentra “congelada”. En estricto sentido se trata de una iniciativa que sigue su trámite y que será sometida a un proceso de consultas, lo cual resulta positivo, pues permitiría —si el ejercicio es serio— obtener información relevante para tomar decisiones.