Por: Aleksandra Jargiełło
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Identificar los detalles del panorama criminal de México y Colombia es una tarea extremadamente difícil. Sus características son: fragmentación, diversidad, competencia y violencia. Uno puede estar tentado a decir que los actores cambian más rápido de lo que se consolidan, lo que complica la realidad. La delincuencia está evolucionando pero está acompañada de dos procesos opuestos: la militarización de la seguridad pública en México y la desmilitarización en Colombia. Es necesario considerar por qué y para quién está al servicio la creación de nuevos nombres y la definición de nuevos delitos penales. Desde el punto de vista del poder estatal, es definir al “enemigo” para obtener la legitimidad social necesaria para combatirlo y construir divisiones dicotómicas dentro de la sociedad. Desde el punto de vista de la ciencia, es un intento de comprender y describir la realidad cambiante, proporcionando así datos objetivos que, como material de investigación adecuadamente utilizado, pueden conducir a un aumento de la eficacia de la política, mejorando así las condiciones de vida social.