Por: Natalia Alvarado Vásquez y Elba Gutiérrez Castillo
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Es ingenuo pensar que las OSC se mantienen de donativos. La cultura de la donación en México es mínima. Y los estímulos fiscales para hacerlo también. Las organizaciones generalmente se ven obligadas a realizar todas las actividades que se les puedan ocurrir para obtener recursos de diversas fuentes y usarlos de forma exclusiva para sus causas sociales. Sin lugar a dudas, las organizaciones más pequeñas y que apenas están iniciando operaciones son las que más resienten el limitado acceso a recursos económicos. La iniciativa propuesta por el ejecutivo federal y ya aprobada por el Congreso, puede culminar en la extinción de muchas de estas OSC, además de obviar que las organizaciones que actualmente tienen ingresos por actividades distintas a su objeto ya son contribuyentes del ISR (cuando estos excedan del 10 % de sus ingresos anuales), por lo que aprobar esta iniciativa podría resultar una pérdida en la recaudación de este impuesto.