Por: Natalia Mendoza
Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos
Con la criminalización inicia una nueva era en el negocio de la totoaba, esta vez de pesca clandestina y contrabando. Como sucede en todas las economías extractivas, el buche sólo tiene valor si puede ser desplazado a los mercados en los que se le reconoce como mercancía. Y para llegar ahí debe alimentar una estructura de puertas, cuotas y violencia como todas las mercancías ilegales.