Por: Blanca Ivonne Olvera Lezama
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Si bien es cierto existe un avance con la publicación de la Ley Nacional del Uso de la Fuerza, también lo es que existen debilidades que obligan a realizar precisiones para subsanarlas normativamente en protocolos, guías de actuación, lineamientos o manuales. Lo anterior es indispensable para que la operación policial sea eficaz alineándose al sistema de justicia penal. En el mismo tenor todos los elementos que realicen funciones de seguridad pública, además de realizar el informe pormenorizado establecido en esta Ley Nacional del Uso de la Fuerza, deberán realizar lo propio en el Informe policial homologado dado que es indispensable para que el ministerio público dé inicio a la investigación conforme a derecho y siga el debido proceso.